Intentando Explicar porque los Jóvenes participan en delitos

Maestro José Moisés Herrera Saldaña, columnista Platino
Maestro José Moisés Herrera Saldaña, columnista Platino

Esta semana el Observatorio Nacional Ciudadano y la Red por los Derecho de la Infancia en México, publicaron un estudio sobre el reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos.

En dicho documento, que considero importante insumo para trabajar mas en las áreas de prevención en todos los niveles de gobierno, se establecen las condiciones de vulnerabilidad de nuestros menores, desde el mismo entorno familiar y social, y como hemos venido normalizando en ciertos sectores de la población esta lamentable perdida de la infancia de nuestras niñas y niños, y cerrando posibilidades a los adolescentes.

Experimentamos en los últimos años una fuerte presencia de la delincuencia organizada, y esta organización no solo estriba en sus redes de distribución y negocio, sino en todas las etapas que hacen que un negocio permanezca y prospere, y una de ellas es el “reclutamiento de personal”, del que nuestros menores no se han escapado, pues constituyen un 2insumo” importante para estas organizaciones.

En el estudio que hemos mencionado, se analizan los factores que ponen en riesgo a los menores, como son, con los números solo de Guanajuato,  los adolescentes privados de su libertad (66), menores victimas de lesiones (3,122), menores desaparecidos (25), menores victimas de delitos (952), menores imputados por delito (3,165), menores victimas de homicidio doloso (84), menores victimas de feminicidio (2), menores victimas de secuestro (5), menores victimas de trata de personas (3). Asimismo, analiza otro factor que es la vulnerabilidad, derivada de las condiciones personales, familiares y de entorno social, arrojando que para este estudio, en Guanajuato son vulnerables 242,191 menores de 18 años, un 12.1% del total de nuestra población menor de edad.

Cuidar a la siguiente generación es una obligación derivada de la corresponsabilidad que los adultos tenemos con nuestro futuro y el de nuestros menores, este tipo de estudios debe guiar políticas públicas que  disminuyan esa vulnerabilidad y riesgo, debemos trabajar mas en los factores identificados por el estudio como son:

  • Permanencia de los menores en el sistema escolar.- las niñas, niños y adolescentes deben terminar al menos la educación básica, como condición de desarrollo mínima de su comportamiento social además de dotarlos de herramientas para vida laboral. Menores sin educación, difícilmente encontraran un mejor trabajo y nivel de vida.
  • Ocupación.- Nuestros menores no deberían trabajar, sin embargo son obligados por el entorno familiar y económico a sumar recursos, este trabajo, derivado de su poca edad y capacitación, normalmente es de riesgo, riesgo que aumenta por el entorno.
  • Conformación Familiar.- Analizando esta situación en dos vertientes, la primera, que los menores cuenten con una red familiar de apoyo que permita fortalecerlo ante entornos complejos, y en segundo, muchos de los menores en riesgo están casado o en unión libre, lo que los pone en responsabilidad muy alta desde muy temprana edad, debiendo buscarse el prolongar la edad en que establecen uniones.
  • Entorno Social.- La aceptación de la violencia y medios ilícitos como algo “normal”, o “aceptables”, acerca mas a nuestros menores a participar en hechos ilícitos, se debe trabajar en la comunidad a fin de que la misma no sea facilitadores de este tipo de conductas.

Sin menores sanos no tenemos futuro, sino le evitamos a nuestras niñas, niños y adolescentes el dolor desde esas temprana etapas de la vida, estaremos arrojando generaciones completas a la desesperanza, pero además, estaremos fortaleciendo a las organizaciones delictivas de las que hoy nos dolemos en sus bases, pues solo en ellas encontraran refugio y expectativas de “crecimiento”, las organizaciones delictivas usan la amenaza y fuerza sin duda, pero también hacen uso de herramientas psicológicas importantes, pertenencia, identidad, lealtad, y un “fin superior” par atraer a los jóvenes, que sin herramientas ni anhelos, no encontrará otras opciones; y ahí es donde debemos trabajar como comunidad de manera preventiva, diciéndole, pero sobre todo, haciéndole sentir, que hay un mejor presente y futuro con su sociedad, porque los hemos cuidado, porque son imprescindibles, importantes, para todos nosotros.