No hay tiempo de complacencias ni de descanso. Políticos y partidos alistan sus baterías para el 2024 haciendo parada en el 2023 en las elecciones locales de Coahuila y el Estado de México.
Así lo manifiestan los hechos y declaraciones en partidos como Morena y el PRI en los días recientes; por lo que, es momento de ir tomando nota de lo más relevante porque se irá perfilando el ambiente político del país en los próximos meses.
EN MORENA
De entrada, el presidente ha dado el banderazo y anima a distintos políticos a realiza campaña, señalando que el tapado pertenecía al antiguo régimen y que todos tienen derecho a votar y ser votados.
Lo hace incluso con políticos de la oposición proponiendo nombres en una situación pocas veces antes vista en la política mexicana.
Algunos de los posibles candidatos de Morena participaron en un mitin el pasado domingo 12 de junio en Toluca que ha dado mucho de qué hablar. Estuvieron presentes Adán Augusto, Secretario de Gobernación; Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores y Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. El lema que llevó la reunión política fue: “Unidad y Movilización para que siga la transformación”. Los discursos hicieron hincapié en la unidad para ganar las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México. Una de las frases que tuvo más eco fue la de Adán Augusto: “Los tiempos del Señor son perfectos y hoy es el tiempo de la unidad, de cerrar filas y consolidar la transformación”.
A pesar de lo anterior, hay voces distintas en Morena, una de ellas es el caso de Ricardo Monreal que no participó del evento y que además señaló que deben ser considerados actos anticipados de campaña. El líder de los senadores, sentenció que si existe exclusión podría por terminar haber división.
EN EL PRI
También en el partido tricolor existen movimientos con miras a la elección de 2024, aunque en otra tesitura.
La primera, fueron las distintas voces que comenzaron a pedir la salida del dirigente Alito Moreno haciéndolo responsable de las derrotas electorales. Entre ellos se encontraron el exdirigente Roberto Madrazo y agrupaciones como: Plataforma de Refundación del PRI, Alianza Generacional y Movimiento líder.
Posteriormente, vino la oposición de legisladores priístas como Osorio Chong y Ruiz Massieu a la moratoria que acordaron los líderes de la alianza Va por México en el que se opondrían a cualquier iniciativa promovida por el presidente López Obrador. El coordinador de los senadores del PRI declaró: “No se debe detener el trabajo legislativo. Nunca seré partidario de detener el Congreso mexicano. Hay que discutir y oponernos a lo que lastime al país, a lo que no funciona”.
Finalmente, Alejandro Moreno tuvo una reunión con expresidentes del PRI: Pedro Joaquín Coldwell, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, Claudia Ruiz Massieu, Humberto Roque Villanueva, César Camacho, por mencionar algunos. Se dio a conocer que cada uno de los exdirigentes plantearon sus inconformidades y sus expectativas hacia adelante. Alito Moreno confirmó que permanecería al frente del partido. No hubo foto de unidad ni una declaración conjunta; por lo que, podemos suponer no hubo acuerdos relevantes.
LO QUE SE VIENE
Tomando en cuenta lo anterior le proponemos las siguientes reflexiones a 2 años de las elecciones presidenciales de 2024:
– Es obvio que la carrera por la presidencial ha comenzado y cada una de las elecciones locales, como lo fueron las del pasado 5 de junio y las de próximo 2023 son un peldaño en esa competencia. Eso no es extraño, lo que sorprende nuevamente es que no se respetan los tiempos y las formas señaladas por la legislación y eso traerá mucha polémica y confrontación con instituciones electorales.
– De manera especial, se debe mencionar a los secretarios de estado pertenecientes a Morena que ya comenzaron a participar de actos políticos considerados actos anticipados de campaña. Vendrá un fuerte debate sobre esto y sobre las posibles sanciones a las que pueden ser acreedores.
Lo que podemos asegurar es que mientras se discute intensamente esto, los secretarios se beneficiarán de la difusión en medios de comunicación porque se terminarán posicionando.
– La competencia será tan intensa entre las distintas alianzas, pero también al interior de los partidos políticos. Con lo anterior, no se puede garantizar la unidad como no existe actualmente como lo hemos atestiguado en los dos ejemplos anteriores. Las recientes diferencias son apenas los primeros rounds de los que habrán de venir en este lapso de 2 años.
Como ha ocurrido en la historia de todos los partidos podrían darse separaciones menores que no afectan sustancialmente o divisiones significativas que les termine afectando en la competencia electoral. Por el momento, no es posible adelantarlo.
– Naturalmente, la siguiente parada serán las elecciones locales en Coahuila y el Estado de México las que van a pelear literalmente con todo. Ambas entidades se convierten prácticamente en los últimos reductos del PRI; por esa razón, buscarán retenerlas a toda costa.
Los resultados de estas elecciones también habrán de llevar a una disputa interna en los partidos, sobre todo de quien resulte perdedor.
– Por último, no es posible pasar por alto que toda esta atención política no facilitará la solución de problemas del país como la seguridad y el crecimiento económico. Desafortunadamente, estos problemas se mantendrán, pero será mayor la disputa política.
