Las innovaciones tecnocientíficas en el devenir de la historia, desde la antigüedad hasta nuestros días, han transformado las relaciones de convivencia entre las personas y comunidades; de manera tal, que los nuevos artefactos tecnológicos han propiciado la transición de los leguajes oral y escritural al lenguaje digital en la llamada Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC); así lo confirma, la red de redes, Internet, que se ha acentuado con la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA por sus siglas) como una nueva herramienta que ha impactado en múltiples sectores; la Administración Pública no es la excepción, en virtud de que una de las cuestiones académicas que nos invita a la reflexión y está latente entre las actividades que integran la jornada de hoy, es el taller denominado, “Inteligencia Artificial para una Administración Pública Eficiente”, organizado en el marco de Ágora 2025 por la Universidad La Salle Bajío.
De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española −de la Real Academia− lo “eficiente” es un es adjetivo que denota “eficiencia”, que se define como la capacidad de lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos. En este tenor, la Administración Pública Eficiente, de manera llana, debe entenderse como aquella que logra los resultados con el mínimo posible de recursos humanos, materiales y financieros, sin menoscabo, del menor tiempo posible.
En el ajedrez como en la política los tiempos son muy importantes, la dimensión temporal constituye un recurso fundamental en la arena política para la toma de decisiones debido a que debe deliberase con un buen cálculo, es decir, “ni antes ni después sino en el momento preciso”, porque los extremos tanto la precipitación como el letargo pueden conducir al error y pérdida de recursos, sea en la formulación, implementación, ejecución o supervisión de las políticas públicas, las cuales se conciben como las decisiones que toma el gobierno de “hacer o no hacer” una política a través su “brazo ejecutor”… la Administración Pública. De manera similar, en el juego de ajedrez para toma de decisiones los tiempos son muy importantes, sea para “capturar, mover o no” una pieza o peón en alguna casilla del tablero previo análisis de posición, determinante para ganar o perder una partida de ajedrez como ocurrió con el campeón del mundo Garry Kaspárov cuando se enfrentó a Deep Blue la supercomputadora de IBM ganando el primer match (+3= 2-1) en 1996; sin embargo, en un segundo match en 1997, Deep Blue le ganó Kaspárov (+2 =3 -1) debido a que los desarrolladores mejoraron entre un encuentro y otro a la Inteligencia Artificial, la cual puede procesar y analizar grandes cantidades de datos e información más rápida y coherente que los operadores humanos.
Bajo esta analogía y consideraciones previas, la consulta, acopio, análisis de los datos y procesamiento de información son fundamentales para la toma de decisiones en el sector público. En este rubro, las diversas aplicaciones de las Inteligencias Artificiales (Claude, ChatGPT, Copilot, Gemine, etc.) como herramientas pueden contribuir a la eficiencia de la Administración Pública. No obstante, cabe reflexionar: ¿Cuál herramienta tecnológica de IA será la más adecuada para resolver cada problema en específico? ¿Cuál será el margen de error? ¿Habrá riesgo de reproducir prejuicios, discriminación, divisiones y amenazas hacia los derechos humanos y libertades fundamentales sin ética? ¿Cuáles son los datos con los que se entrenaron los modelos de las IAs? ¿Cómo comprobar la veracidad y certeza de los resultados de la IAs? ¿Se requerirá una triangulación metodológica entre las IAs?
Sin duda, hay más preguntas que respuestas; sin embargo, la formulación adecuada de cada pregunta a la IA será determinante para una respuesta adecuada. De tal forma, que un buen planteamiento del problema constituye el cincuenta por ciento de su solución. De ahí la importancia que tiene el Taller Inteligencia Artificial para una Administración Pública Eficiente, que se llevará a cabo hoy en el salón 101G de Sala de Cómputo de la Universidad La Salle Bajío, en donde los alumnos tendrán la oportunidad de interactuar y formular un PROMPT, es decir, la instrucción, pregunta, solicitud o texto que se le da a un programa de IA para que genere un resultado.
En suma, la IA en el sector público automatiza los procesos, mejora la eficiencia y transformación digital.
Con la IA el futuro no solo nos ha alcanzado sino rebasado, ¿qué tanto es tantito?
Usted tiene la palabra.







