Quienes hemos experimentado trabajar en el Poder Judicial Estatal o Federal, sentimos un orgullo especial por el rigor de la función que desempeñan
casi siempre con la exigencia de valores como la puntualidad, disciplina, diligencia y eficiencia en el quehacer co-tidiano. Así acrisola el servidor público buenos hábitos y desarrolla cualidades que servirán para el desarrollo de sus vi-Ahora bien, imaginemos el orden y carácter que ha conjugado un profesionista como Héctor Tinajero Muñoz, actual Presidente del Supremo Tribunal de Justicia en Guanajuato, quien ha laborado en esa área 27 años, desde los cargos básicos hasta el más alto que pronto culminará.
Hace unas semanas nos referimos a que ya no continuará como Presidente durante otro periodo, aunque especulamos que, si bien se debía a los retos que se avecinan, en realidad sus causas son estrictamente personales y las respetamos; pero la huella que ha dejado durante su trayectoria es de trascendencia y seguramente perdurará para ser recordado y reconocido.
Además, su constante esfuerzo y estudio le redituó en el elogio del Foro de Abogados, pues también como Juez y
Magistrado, en su faceta de impartidor de justicia, lo hizo con excelencia y con una visión humanista en sus sentencias, con cierta tersura y comprensión de cada caso, a diferencia de su Maestro Miguel Valadez con quien aprendió en su colaboración cercana ese arte de juzgar con la ley en la mano, la doctrina y la Juris-prudencia, pero sin la frialdad y rigidez que caracterizaron el estilo de su mentor, pues Tinajero lo hizo con más serenidad, ecuanimidad y sentido social. Seguro en este punto coincidirán varios colegas que lo conocemos.
Tuvimos la oportunidad de disfrutar varias conferencias que impartió el Magistrado Tinajero, demostrando lo exhaustivo de su preparación en la materia de Derecho Penal Sustantivo y la claridad de sus explicaciones, sistemáticas y ana-líticas, basadas en una amplia consulta bibliográfica; y cuando discrepamos en algún punto, con paciencia y tacto, sostenía sus postulaciones dificiles de rebatir por la fortaleza de sus conocimientos, sobre temas tan diversos y polémicos; recuerdo aquella disertación sobre el concepto de Dolo en sus diferentes tipos, y su explicación de vanguardia sobre el Dolo Eventual; así como en una ocasión, sobre la Autoría Mediata, cuyos elementos no
quedaban muy claros para la audiencia en esa exposición y hubo muchas preguntas que desahogó brillantemente.
Imagino que en su faceta como Maestro universitario en la licenciatura y en postgrado, fue también muy apreciado, pues no pude coincidir ninguna vez con él, ya que impartimos clases en la misma época, aunque en distintas univer-sidades.
Pronto su destino cambiará y seguira su camino, el cual seguro sera de prosperidad y nuevos logros, ahora en la elaboración de libros sobre temas de Derecho Penal cuya vena también le será afín, complementando la cátedra y los años de práctica jurisdiccional;
le deseamos éxito en sus nuevas encomiendas que cristalizarán sus más caros ideales.
Esperamos la invitación y su último Informe Anual, donde seguramente nos actualizará de los avances en la administración de justicia estatal, así como de las estadísticas que expondrá, pues las cargas de trabajo han sido extenuan-tes, pero los resultados también satis-factorios.
Un saludo para el y su equipo cercano de colaboradores bajo su atinada conducció







