‘Guerra de los chips’ entre China y Occidente

Agencias, a 15 de junio de 2023.- Estados Unidos y sus aliados están implementando una política antichina en el ámbito de los semiconductores, imponiendo restricciones para evitar que China acceda a tecnologías de vanguardia y buscando contener al gigante asiático en los sectores tecnológico, científico y militar. En respuesta, China se adapta a estas condiciones cambiantes y aplica sus propias medidas de contramedida. Sin embargo, los expertos advierten sobre las graves consecuencias que podría acarrear esta creciente confrontación.

El 7 de octubre de 2022, el Departamento de Comercio de Estados Unidos implementó nuevas restricciones comerciales contra China, con el objetivo de limitar la capacidad de China para obtener chips avanzados, desarrollar y mantener supercomputadoras, y fabricar semiconductores.

Ante estas restricciones, el ex primer ministro de Suecia, Carl Bildt, declaró el 22 de octubre que “esta escalada dramática de la guerra tecnológica tendrá consecuencias económicas y políticas igualmente dramáticas, algunas de las cuales serán evidentes de inmediato y otras tardarán en materializarse”. Además, agregó: “La nueva guerra de los chips elimina cualquier duda de que estamos presenciando un mayor desacoplamiento entre China y Estados Unidos”.

Bildt también predijo que, a pesar de los intentos de Washington de restringir el desarrollo militar de China, “el efecto real será reducir el desarrollo de China en sectores que serán críticos para el poder nacional en las próximas décadas”. Asimismo, destacó que China seguramente responderá con mayores esfuerzos para desarrollar sus propias capacidades.

De hecho, China ha respondido a las restricciones estadounidenses presentando una demanda contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por intentar bloquear su sector de alta tecnología. Además, en febrero, el principal fabricante de chips chino, Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), que ha estado bajo sanciones de Washington desde 2020, informó sobre los resultados de sus operaciones en 2022. Según estos datos, la compañía alcanzó ingresos de aproximadamente 7.273,3 millones de dólares, estableciendo un nuevo récord y superando en un 33,6 % los ingresos de 2021. Además, las ganancias de la empresa en 2022 aumentaron un 6,8 % en comparación con 2021, alcanzando los 1.817,9 millones de dólares.

Por otro lado, China está protegiendo su mercado de alta tecnología. A principios de abril, la Administración del Ciberespacio de China (ACC) abrió una investigación sobre las ventas locales del fabricante estadounidense de semiconductores Micron Technology. Según un comunicado, la investigación busca “salvaguardar la seguridad de la cadena de suministro de infraestructuras de información clave” y “prevenir riesgos para la seguridad del ciberespacio relacionados con productos problemáticos”. Posteriormente, la ACC prohibió los productos de Micron después de encontrar riesgos de seguridad cibernética “relativamente graves” en ellos. Según un informe fiscal de Micron del año 2022, el mercado chino representó el 10 % de los ingresos totales de la empresa.
Es cierto que la escalada de confrontación entre China y Estados Unidos en el sector de los semiconductores ha generado preocupación en la industria tecnológica. El director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, advirtió que esta escalada podría causar un “daño enorme” a las empresas estadounidenses y que las regulaciones impulsadas por los políticos estadounidenses podrían perjudicar a la industria tecnológica del país.

Además de imponer sanciones unilaterales, Estados Unidos está buscando establecer alianzas y cooperación con países afines para contrarrestar a China. En enero, el presidente Joe Biden se reunió con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y discutieron el mercado de semiconductores y chips. Japón expresó su disposición a colaborar con Estados Unidos y otros aliados para abordar la cuestión de los semiconductores.

En febrero, el subsecretario de Comercio de Estados Unidos, Don Graves, confirmó que existía un acuerdo con Japón y los Países Bajos para restringir las exportaciones a China de herramientas para la fabricación de chips. Posteriormente, en marzo, el Ministerio de Comercio neerlandés anunció medidas adicionales de control de exportaciones de semiconductores para proteger la seguridad nacional.

En abril, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, afirmó la necesidad de que Estados Unidos y los países europeos cooperen en la competencia global con China en el sector de los chips.

Sin embargo, algunos expertos señalan que los intentos de formar coaliciones antichinas en el sector de alta tecnología no tienen en cuenta el impacto negativo que esta confrontación tiene en terceros países. La creciente confrontación entre China y Estados Unidos puede tener ramificaciones económicas y políticas a nivel global, afectando a empresas y países que dependen de la cooperación y el comercio con ambos actores.

Es cierto que los aliados europeos de Estados Unidos también están involucrados en la confrontación en el sector de los semiconductores. En abril, la Unión Europea aprobó un programa de inversiones en el sector de los chips por valor de aproximadamente 47.000 millones de dólares con el objetivo de aumentar la competitividad y resiliencia de Europa en tecnologías de semiconductores. La UE busca duplicar su participación en el mercado global de chips para 2030, pasando del 10 % al 20 %.

Sin embargo, la UE puede enfrentar desafíos para reducir la brecha con sus competidores en el sector. Se plantean preguntas sobre la capacidad de la UE para atraer cadenas de suministro y capital necesarios para respaldar la industria de los chips. Expertos señalan que el presupuesto asignado por la UE puede no ser suficiente para lograr su objetivo y movilizar el capital necesario.

En cuanto a China, también hay dudas sobre la capacidad de la UE para alcanzar sus metas. Algunos analistas cuestionan el impacto marginal que el presupuesto de la UE puede generar y plantean la pregunta de si podrá movilizar suficiente capital para respaldar la industria de los chips.

Países Bajos, uno de los líderes europeos en el sector de los semiconductores, también puede enfrentar problemas debido a las restricciones impuestas contra China. El director ejecutivo de la empresa neerlandesa ASML, Peter Wennink, enfatizó la importancia de tener acceso al mercado chino, ya que China es uno de los principales mercados de ASML. Wennink advirtió que bloquear a China en el sector de los chips sería un error, ya que podrían desarrollar sus propias tecnologías si no pueden obtenerlas de otros proveedores.