Guanajuato, sumido en la esclavitud

El Grito de Dolores de Juan O´Gorman

Los guanajuatenses, desde hace más de una década estamos viviendo uno de los dramas más terribles en nuestra historia, en  la cual hace falta un Hidalgo, un Morelos,  un Allende o un Aldama que vengan a romper las cadenas de  esclavitud de quienes nos tienen sometidos desde hace años, como son el crimen organizado y los gobiernos corruptos.

Es una paradoja que a más de 200 años de independencia, los pueblos indígenas sigan estatizados a pesar de todos los esfuerzos que se han hecho para incorporarlos a la cultura y a un fortalecimiento para el beneficio comunitario y no podemos olvidar que las personas más desposeídas fueron quienes  saltaron a la trinchera con picos, hachas,  lanzas,  horcas y machetes porque muchos no sólo  no sabían disparar un fusil sino que no lo tenían. Por lo que ahora es necesario recordarlos y honrarlos estos días, debido a esto y a muchos cosas me pregunto a  qué mexicano no se le enchina la piel cuando el 15 de septiembre de cada año, en cada rincón, plaza o desde  el pueblo de Dolores, cuna de la Independencia, se da el grito emulando a Don Miguel Hidalgo y Costilla, quién replicó las campanas de su iglesia y arengó a los indígenas y a todo el pueblo de Dolores a que se sumaran para alcanzar la independencia nacional en contra del yugo imperialista español, que en ese momento representaba el Virrey Francisco Javier Venegas.

La organización estratégica y militar estuvo apoyada por Ignacio Allende y Mariano Abasolo; esta lucha armada  fue precipitada porque la conspiración que se había generado en Querétaro fue  descubierta y no se detuvo gracias a que Doña Josefa Ortiz de Domínguez logró mandar a un emisario para avisar. A partir de entonces, los insurgentes tuvieron que librar grandes batallas  y desde mi punto de vista, Guanajuato se convirtió en un emblema nacional a tal grado  que cuenta con su monumento al “Pipila” en el cual se lee la leyenda “aun quedan muchas alhóndigas por conquistar”. Hidalgo declara abolida la esclavitud a través de un decreto el 6 de diciembre de 1810 en Nueva Galicia, hoy Guadalajara.

Los insurgentes que iniciaron la lucha de la independencia, no tuvieron la suerte de ver cristalizados sus ideales y éstos fueron fusilados, sin embargo para fortuna del movimiento independista surgió la figura de un hombre que de igual forma ha trascendido en nuestros tiempos, como lo es José María Morelos y Pavón, y es a este personaje a quien se le debe uno de los documentos más importantes y trascendentes para dejar claro el ideario que tenía la independencia de México, de no sólo derrocar al gobierno virreinal, sino que se establecía la expulsión de aquellos que estuvieran a favor de la conquista española, promulgaba la igualdad entre todos los americanos, dejaba claro la abolición de la esclavitud, el aumento del jornal del pobre para que al mejorar sus condiciones de vida pudiese ser más digno y no seguir en la ignorancia. Este personaje dio una de las muestras más sublimes del porqué había que ser libre y soberano y dejar de ser una conquista más de los españoles cuando el Congreso Nacional de Chilpancingo propuso nombrar a Don José María Morelos y Pavón  como su “Alteza serenísima”, este gran caudillo e insurgente declinó y respondió con gallardía que prefería que lo llamaran “Siervo de la nación”.

A estos hombres son a quienes verdaderamente les debemos que tengamos patria y libertad, por ello no debemos, como mexicanos, dejar pasar estas fiestas patrias sin exhortar a los mexicanos a que hagamos un reflexión para tener una visión y cambiarle el rostro a nuestro país, no es posible que festejemos y demos el grito de independencia sin hacer un análisis profundo de lo que ello conlleva, porque la razón de ésta es que los mexicanos continuemos disfrutando de nuestra libertad con un pensamiento libertario y que no dejemos nos sojuzguen y esclavice el crimen y el mal gobierno,  se ocupa de una gran cruzada para sacarnos de la ola delincuencial en la cual México se encuentra hundido, en el gran abismo que nuestros políticos no han sabido o simplemente no han podido por una falta de planeación, táctica y estrategia. Ya son muchos años los que México y particularmente los guanajuatenses, estamos padeciendo y sufriendo, es hora de llamar a cuentas a quienes son los garantes de nuestra seguridad porque de lo contrario solo estamos sobrellevando la vida política y social  de nuestro país y los cientos y miles de daños que está causando el crimen se están quedando en la impunidad, siendo esclavos de éste Ojalá que esta columna no sea letra muerta y logre penetrar en las conciencias de quienes tienen a su cargo el orden y seguridad de los guanajuatenses. ¡Viva México!