Ayer, en un contexto de gobiernos yuxtapuestos entre los partidos políticos de Morena y PAN, respectivamente, de las administraciones públicas del gobierno federal y estatal de Guanajuato, prevalece la política, que de manera llana podría definirse como “el arte de la conciliación de voluntades” para conocer, diseñar y construir políticas públicas prospectivas de manera conjunta, en donde el consenso implica un respeto al disenso para el diálogo y la construcción de acuerdos; así lo confirma la firma del Convenio del Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar Celaya y el Anuncio del Decreto para apoyar a la Industria del Calzado Nacional suscritos por el gobierno federal, representado por el Secretario de Economía, Marcelo Luis Ebrard Casaubón y la gobernadora Libia Dennise García Muñoz-Ledo, de los cuales di testimonio.
Uno de los elementos esenciales que conforman el Estado, además de la población y territorio, es el gobierno. El Estado mexicano, no es la excepción. Las administraciones públicas son los “brazos ejecutores”, tanto del gobierno federal como de los gobiernos estatales y municipales, en virtud de que son las encargadas de poner en práctica las decisiones políticas que se toman para “hacer o no hacer” en un sentido u otro alguna acción por parte de sus titulares del cargo, es decir, de formular, ejecutar, implementar y supervisar políticas públicas a través de sus organismos y dependencias gubernamentales. Sin menoscabo, del enfoque político de las administraciones públicas que se caracterizan por no ser neutrales debido a que implementan decisiones políticas y responden a intereses sociales como lo son, tanto el Convenio como el Decreto aludidos.
El Convenio del Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar Celaya −también conocido como la Puerta Logística del Bajío− atendiendo a la posición geográfica de Celaya no solo busca detonar el desarrollo económico de este municipio, sino reconfigurar la estructura productiva de toda la región Laja-Bajío y transformar este espacio en un “escaque” estratégico de comercio, manufactura avanzada y distribución, tanto para México como para el mercado internacional, cuyos propósitos calves para el impulso económico y logístico; la atracción de inversión y estímulos fiscales; la diversificación productiva y contenido nacional; la seguridad y cohesión social; y la coordinación intergubernamental.
Por su parte, el Decreto para apoyar a la Industria del Calzado Nacional constituye una medida estratégica del Gobierno de México para proteger a uno de los sectores más emblemáticos del país, el calzado, ente cuyos objetivos destacan: la prohibición de importación temporal del calzado terminado; imposición de aranceles; combatir el contrabando técnico y subvaluación; control más estricto para evitar simulaciones por parte de las aduanas, SAT y Hacienda; y la protección del empleo y fortalecimiento del mercado interno.
En suma, el Convenio y el Decreto referidos denotan el consenso y los acuerdos políticos que se pueden lograr entre las distintas administraciones públicas en un contexto de gobiernos yuxtapuestos.
Enhorabuena.