GCU, gente como uno, es con la que nos juntamos, a la que buscamos, a la que procuramos, y los demás, son quienes llenan los espacios laborales, las relaciones ocasionales, con quienes hoy nos vemos y mañana no, pero ni los extrañamos ni nos extrañan.
Suena duro decirlo, pero todas esas personas que no forman parte de nuestro grupo GCU, en general no nos importan, pero, ojo, ni les importamos. De pronto nos damos cuenta de que no están y creemos que se han pasado unos cuantos días, si acaso semanas, pero no, han pasado meses o años sin saber de dicha gente.
Tendemos a fortalecer lazos fraternos, de cariño, de amor con un grupo reducido, en el que hay algunos parientes y gente cercana, a la que realmente extrañamos y la que realmente nos importa.
La lo largo de mi vida profesional, en más de una ocasión como actividad en los cursos que he dado, pongo como dinámica una situación extrema de salvar a un número determinado de personas, digamos, seis o siete y siempre salen las sorpresas. Los participantes no necesariamente salvan, en esa situación hipotética, a los padres, a la pareja, a los hijos, salvan a aquellos con los que pueden hacer equipo para salvarse.
Así de ruin es la condición humana, parafraseando a Erik Fromm, como lo ha mencionado en su libro “El arte de amar”, no es el: te necesito porque te que te quiero, es el te quiero porque te necesito. Así, sin mayor rubor me explican que es salvar el propio pellejo a toda costa, sin importar el amor, la relación, es una decisión, dicen, fría, pero en realidad es una decisión egoísta, utilitaria, ruin.
En muchas ocasiones han estado en el evento amigos, familiares y no lo van a creer, ni se inmutan por haber dejado fuera de la nave salvadora al pariente, al amigo de toda la vida, a la pareja con la que duermen a diario.
Claro que la reflexión es, si no haces equipo de por vida, entonces es el te uso, eres desechable, eres reemplazable. Cuando las circunstancias lo ameritan cambian de pareja, de amistad, de pariente. Usan lo que necesitan, igual que lo hace el compañero o la compañera de al lado.
Pero el otro dice lo mismo, no te sube a su nave salvadora. Se asocia con quienes le conviene para el evento y vaya que es una situación hipotética.
Se nosotros depende el que esta sociedad siga siendo así, utilitaria o que esto cambie y se hagan relaciones más fuertes, más robustas, más fraternas, vamos, menos mezquinas.
