Si las encuestas no fallan, Morena se lleva cuatro de las seis gubernaturas que se disputan en esta jornada electoral con rumbo al 2024, son Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, en tanto que el PAN (principalmente) se queda con Aguascalientes y Durango.
Todo puede pasar, pero no se esperan sorpresas incluso con las impugnaciones que puedan interponer los perdedores, porque el INE tiene programados conteos rápidos en esas seis entidades.
El caso más reñido es el de Aguascalientes porque 40.8% de los encuestados mencionó a la panista Tere Jiménez, mientras que 40.17 a Nora Rubalcaba del Movimiento de Regeneración Nacional y en tercer lugar a Nayeli Muñoz de Movimiento Ciudadano, dice la encuesta publicada en Forbes.
Recordemos que el caso de Durango se elige, además de Gobernador, a las presidencias municipales y en el de Quintana Roo, las diputaciones locales. Son 436 cargos de elección en disputa, en los cuatro estados.
En Oaxaca, que aparentaba ser territorio priista, el candidato de Morena, Salomón Jara, es el virtual ganador, con 51.1% y en segundo sitio Alejandro Avilés, del PRI, con el 22.1%.
En Tamaulipas la diferencia es de 20.15 puntos porcentuales entre el primero y el segundo lugar, por lo que no hay sorpresa y gana Américo Villarreal de la Morena
Se trata de un examen para todos los partidos políticos, pero no quiere decir que el triunfador lo será también en la elección monstruo del 2024, porque son muchos más factores los que definirán el futuro de la Nación.
Habrá que ver en qué grado los partidos de Va por México (PAN, PRI y PRD) serían capaces de forjar una oposición real con un candidato fuerte, y cómo quedarían Morena y sus aliados PT y Verde, para poder ganar la Presidencia.
Otra cosa distinta es que sean oposición unida y fuerte ante las pretendidas reformas por así decirlo “estructurales”, del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. No pasó la Reforma Eléctrica ni pasará la Reforma Electoral o la de la Guardia Nacional.
Hay críticas hacia la oposición porque al momento no se vislumbra que puedan presentar una candidatura conjunta y menos que optaran por un postulante ajeno a sus organismos políticos, es decir alguna candidatura ciudadana.
AMLO y Morena se mueren porque sus contrarios muestren sus cartas ante las “corcholatas” del Presidente; los primeros quieren ver qué cola tiene que le puedan pisar.
Aunque el partido en el poder se ha visto como una maquinaria abolladora, también ya hay fracturas internas, como las que vemos en forma directa en Guanajuato.
En el multiuniverso político que es México, todo puede pasar, incluso Morena debe cambiar su discurso político por uno realmente unificador y de respeto a las instituciones, de apertura, de pluralidad y libertad, para evitar un discurso radical y polarizante, para que se demuestre que se puede gobernar para todos.
Tantos factores influyen en la percepción de la política además del discurso, me refiero especialmente a la economía y a la violencia y la inseguridad. Por eso precisamente son los argumentos de politización más utilizados por los actores políticos.
En este tópico viene a colación el señalamiento que hizo en la reunión de la Coppal, Porfirio Muñoz Ledo, sobre presuntos pactos que tiene el Gobierno Federal con los grupos criminales y la herencia que tendría que dejar para el próximo Presidente.
Lo increíble es cómo Porfirio indica eso siendo militante del mismo partido, pero él ya nos acostumbró a su postura crítica, en este caso se trata de un grave señalamiento que tendrá que ser aclarado.
En la elección de este 5 de junio nuevamente un gran perdedor es el PRI porque a no ser por coalición, no gana nada y además pierde los enclaves que alguna vez tuvo, como es Oaxaca, que se pinta ahora de color guinda.
La expectativa social no se nos termina porque el 4 de junio de 2023 serán las últimas elecciones antes de la magna de 2024. El próximo año serán elegidos nuevos gobernadores en Coahuila y Estados de México, actualmente gobernados por el PRI. Esta historia continuará.