Año 2009, de visita en Tampico con familiares, lo que ocupaba la conversación es la presencia de la delincuencia organizada, las ejecuciones, escuche a primos y amigos horrorizados por las ejecuciones en público, personas colgadas en los puentes vehiculares, cabezas puestas en espacios visibles con mensajes, cadaveres que flotan en la laguna del chairel o la laguna del carpintero, una competencia feroz por demostrar quien puede más, policías que son ejecutados, policía ausente ante el embate de la delincuencia organizada, toque de queda en la ciudad, desaparición de las policias municipales en Tampico, Madero, elementos del ejército haciendo tareas de tránsito porque tambien se acabaron, negocios incendiados, en fin, inacabables las historias de terror….. dos años despues, el tema ya no ocupaba nuestra conversación, pero no porque ya no sucediera, sino porque ya se habían acostumbrado, seguía pasando, pero ya no los sorprendía, se había acabado el horror, ya no sentían el calor, como dice la popular analogía de la rana hervida, pero en sentido inverso; el calor no habia subido gardualmente, habian sufrido el calor intenso y se habían acostumbrado a vivir en el…..
Año 2020, León, Guanajuato, cada reunión, cada grupo de whatsapp, ya sea de amigos y familiares, el tema es la inseguridad, las ejecuciones, los restos humanos encontrados, estamos en el momento en que sentimos el calor, pero no se esta respondiendo, veo al gobierno de los tres niveles de gobierno intentando responder, pero veo que la sociedad y sus organismos intermedios pierden su capacidad de horrorizarse; hace años se veia a los organismos no gubernamentales manifestandose ante cada homicidio doloso de la ciudad, ahora, no hay una respuesta vertebrada a lo que vivimos, se ha aumentado la respuesta pública con operativos, coordinados o aislados, de la Guardia Nacional (la Fiscalía General de la República simplemente ausente), la Fiscalía General de Justicia del Estado y las Fuerzas de Seguridad, y obviamente la Policía Municipal, esta ultima como es habitual, resintiendo en primera línea las amenazas y las bajas por parte de la delincuencía organizada; pero entre la pandemia y el pasmo, no hay nueva exigencia, ni nuevas propuestas para enfrentar el momento.
Estamos perdiendo la capacidad de horrorizarnos ante la tragedia, cada que pasa un evento de alto impacto, pensamos que es “entre ellos”, y que las perdidas “colaterales” son pocas, lo que consideró que no vemos, es la derrota social y política del Estado como organización, ojo, no es una derrota del gobierno unicamente, la población es un elemento del Estado, y esa población, la sociedad, ha luchado muchos años por ser un elemento decisorio, no un simple pasajero; no perdamos la oportunidad, pero sobre todo, no demos la espalda a nuestra responsabilidad; donde estan las ONG´S, donde estan las Cámaras Empresariales?, los Colegios de Profesionistas?, los Consejos de Consulta y Participación Ciudadana?, donde esta nuestra capacidad de horrorizarnos y apoyar a las autoridades para cambiar lo que vivimos?, nos hemos acostrumbrado al dolor, a perder?…