Agencias.- Rappi, la aplicación móvil en la que se puede pedir desde comida hasta conseguir un cerrajero, recibió esta semana solicitudes de entrega de gasolina ante la crisis de combustible que se vive en algunos estados del país, confirmó la aplicación a El Financiero.
En una comunicación vía correo electrónico, Rappi confirmó que si bien se han realizado pedidos a través de la app, estas no están siendo atendidas.
“En Rappi tomamos en cuenta el marco ético y legal vigente y no somos partícipes de actividades que vaya en contra de la ley mexicana. Por ello, contamos con un equipo dentro de Rappi que estudia cada solicitud recibida y determina la viabilidad de cumplir con el pedido a nuestros usuarios”, explicó.
Rappi reiteró que está cumpliendo con el artículo 19 de Ley Federal para prevenir y sancionar los delitos cometidos en materia de hidrocarburos que prohíbe la venta o redistribución de combustibles, por lo que ningún ‘rappitendero’ puede atender ningún tipo de pedido de gasolina.
De acuerdo con el artículo de dicha ley se podrá imponer una pena de 10 a 18 años de prisión para quien “compre, enajene, reciba, adquiera, comercialice o negocie hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con arreglo a la ley”.
El Gobierno federal inició el 20 de diciembre la aplicación del plan contra el robo de combustibles. Entre las medidas del proyecto está que los combustibles sean distribuidos a través de pipas en lugar de utilizar los ductos de Pemex.
El cambio en la logística de distribución ha generado un retraso en la entrega de las gasolinas que a su vez ha generado una escasez del producto en los estados de Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Ciudad de México, Guanajuato, Michoacán, Jalisco, y más recientemente en Coahuila y Oaxaca.