Es la moda

Juan José Alvarado, columnista en Platino News

Empoderada, procrastinar, gay, homosexual, equidad, feminista, machista, patriarcado, cancelación, tolerante, energías limpias, combustibles fósiles, alocéntrico, racista, sexista, capacidades diferentes, etcétera, son algunos de los términos de moda que mucha gente usa para sentir que tiene una identidad de solidaridad social.

Es como el ignorante que ahora usa: en tiempo y forma; es algo inconsciente; seguro es una metástasis; lo intubaron; todo es relativo.

Usar esos términos no te hace abogado, psicólogo, médico o físico: como tampoco te hacer tener una consciencia social.

Muchos usan palabras que se han convertido en una moda, un esquema del socialito que no está respaldado por una verdadera defensa de lo que antes conocíamos como garantías individuales y ahora les decimos derechos humanos.

La gran mayoría, tiene un doble discurso, ni están empoderados, ni defienden en los hechos a la comunidad LGH, ni practican a diario la equidad, ni nada de eso. Son acomodaticios que solamente buscan quedar bien socialmente.

No saben nada de una marcha o un plantón para defender un ideal, una ilusión, una ideología, arriesgando la integridad física y social, no saben defender, con argumentos, una causa o una posición política. Son como diría un buen amigo, activistas de closet.

Se dicen de izquierda o de derecha, liberales o conservadores, pero nunca han leído a Marx, a Engels, a Lenin, la biblia, a Chomsky, menos a Foucault, a Weber, no saben lo que dice el macartismo ni lo que dice Freire.

Son en general, analfabetas funcionales que saben leer, pero no entienden lo que leen y son incapaces de escribir lo que su incipiente pensamiento tiene. Como decía un compañero en la prepa, quizá la materia gris la tienen en blanco.

Pero como seguido me dice una persona, es lo que hay. Es el signo de los tiempos, que se sienten intelectuales porque usan un teléfono, una Tablet, la computadora. Se creen nativos digitales cuando, como se demostró en la pandemia, solamente son nativos.

Ahora tenemos que muchos son tan “sobrados” tan pagados de sí mismos, tan petulantes (diré presumidos para que me entiendan) que creen saber todo de todo, cuando ni siquiera son conscientes de sus limitaciones.

Pero es lo que hay y es con lo que convivimos a diario, basta echar un vistazo a las redes sociales y tenemos a los especialistas en todo, menos en resolver su vida.