“Lees… y algo en ti despierta. Las palabras se esconden en tu memoria, susurran cuando cierras los ojos y te llaman a volver. Siempre vuelves… porque aquí encuentras lo que no sabías que buscabas.”
La inteligencia humana ha posibilitado el lenguaje, y eso hace que seamos seres desde la cultura. En ese largo proceso de ir integrando nuestro ser bilógico con nuestras capacidades que nos definen como personas humanas. La historia de la civilización es un largo trayecto, pero a la vez vertiginoso, en 10 mil años hemos creado y descubierto infinidad de cosas sobre la naturaleza y sobre nosotros mismos. Buscamos comprender, entender, darnos una explicación sobre el mundo y el universo, y todo eso, ponerlo al servicio de los seres humanos, esto, idealmente, porque hoy el conocimiento es poder, y es también un negocio en muchos casos.
La capacidad de pensar se potenció en medida que fuimos dejando las experiencias de vida, los razonamientos, las elucubraciones, las ideas, las fantasías como parte de una historia, primero una narrativa oral y luego escrita, con la invención de la escritura y después con los procesos de socialización para crear códigos comunes, signos y significados específicos, en toda la diversidad con la que el lenguaje se fue desarrollado y con las formas de expresión del sentir humano que nos llevo a la creación de las artes y de todas las formas de comunicación que hemos creado hasta llegar a la era digital con todas sus manifestaciones, incluida la Inteligencia Artificial.
Sin embargo, el ser humano es contradictorio y está dentro de estructuras culturales, económicas, de poder, que en mucho determinan las formas de relación social y las formas de control, dominación y sujeción social que han imperado en cada etapa de la historia de la civilización, con los saldos y consecuencias que hoy tenemos. Un planeta que es todas y todos que ha sido divido, y se han puesto limites y fronteras, se venden e intercambian los bienes y los recursos naturales que le pertenecen en estricto sentido a todo ser humano.
Una organización social que se fue estructurando desde lo comunitario hasta la privatización de casi todo, haciendo, hoy en día, que todo sea una mercancía y que la salud, la educación, la vivienda, la propiedad de la tierra, los alimentos, el acceso a la información, los medios de producción y de comunicación, y la seguridad pública se hayan privatizado, hasta llegar a los absurdos de la esclavitud y el comercio de las personas, con consecuencias terribles, de la exclusión social, la marginación, la desigualdad, la pobreza, la migración forzada, la discriminación, el machismo, y la intolerancia a la diversidad cultural y de género.
Entre todo eso muchas personas, han hecho aportaciones que pueden ser aprendizajes socioculturales para estos tiempos, porque en esencia las preguntas sobre la vida, las preguntas propias, esas que son del orden de la existencia misma siguen siendo vigentes desde que pudimos pararnos en el fango y pudimos observar la bóveda celeste, parafraseando a Carl Sagan.
Comparto un conjunto de “frases” que bien pueden ser una provocación y una invitación para pensar y sentir juntos, en esto de vivir.
“Tenemos dos oídos y una boca para poder escuchar el doble de lo que hablamos.” Epicteto
“A la ausencia no hay quien se acostumbre. Otro sol no es tu sol, aunque te alumbre.” Mario Benedetti
“La felicidad no es exuberante ni bulliciosa, como el placer o la alegría. Es silenciosa, tranquila, suave, es un estado interno de satisfacción que empieza por amarse a sí mismo”. Isabel Allende
“Todos somos diferentes…Alguien por ahí aprecia nuestro silencio. Alguien nuestras palabras, Y alguien nos ama solo por existir en sus vidas. “ Tsira Turashvili
“El tiempo solo madura a aquellos que están dispuestos…El resto simplemente envejece…” Marysol Conrado
“Cada salida es una entrada a otro lugar.” Tom Stoppard
“Si tu mente está inquieta, ningún lugar se sentirá como en casa, ni siquiera tu propio corazón.” GMB Akash
Yo siento,
no sé lo que siento,
no lo puedo explicar.
Rayuela / Julio Cortázar}
“Este día no volverá jamás. Y quien no lo coma, beba, saboree y perciba su olor, no se lo ofrecerá por segunda vez en toda la eternidad.” Hermann Hesse
“Cruzamos el infinito a cada paso; nos encontramos con la eternidad en cada segundo”. Rabindranath Tagore
“La sabiduría, contrariamente a lo que se dice, no se adquiere con la edad. La sabiduría no es cuestión de tiempo, es cuestión del corazón, y el corazón no está en el tiempo.” Christian Bobin
“El alma es la misma en todas las criaturas, aunque el cuerpo de cada uno es diferente.” Hipócrates
“Cuando estás creando belleza a tu alrededor, estás restaurando tu propia alma.” Alice Walker
“El hombre es un milagro químico que sueña.” Alfred Conde
“Que me pongan ventanas y puertas y que las abran. Me asfixio dentro de mí.” Alejandra Pizarnik
“Entonces, forjó una muralla de entrega pacífica, divinidad y amor propio, y se adentró en la comodidad y serenidad de su propio corazón.” Jody Doty
“Si el camino que tienes ante ti está despejado, probablemente estés en el de alguien más.” Carl Jung
“Ser escuchado es tan parecido a ser amado que, para la persona promedio, es casi indistinguible.” Elianna M.
“El amor es todo lo que importa. La lluvia cae, las estrellas explotan silenciosamente en la inmensidad del espacio, y aquí, en este diminuto planeta llamado Tierra, algunas veces nos encontramos y nos regalamos un abrazo.” Jeff Foster
“El amor es la compensación de la muerte.” Arthur Schopenhauer
En esto de vivir, con las enseñanzas de otros y otras, en esto de pensar y sentir juntos, nos vamos preguntando y respondiendo como podemos y desde donde podemos. Las posibilidades para la dicha y la felicidad son infinitas, como también lo son para la tragedia y el dolor humano. Lo asombroso de la vida es que cada persona va desarrollando su identidad, su proyecto de vida, en las circunstancias más diversas y disimiles y con ello se hace realidad el que cada cabeza es un mundo.
El tema que aparece entonces es cómo llegamos a ser quienes somos y cómo vas siendo en el tiempo, y el punto central es ubicar que nuestra singularidad se construye con y desde los otros, el poder ubicar nuestro lugar en el mundo de forma particular, nos hace únicos e irrepetibles, aunque la cultura del poder, desde la homogenización, crea mandatos sociales comunes y estereotipos que buscan moldear conductas y usar un sistema de creencias para instalar cosmovisiones que sean dóciles y obedientes a los poderes, y sin embargo, los seres humanos buscamos y construimos nuestra formas particulares de observar y habitar el mundo, si es que nos permitimos pensarnos y con ello correr la aventura de vivir, que es más que solo existir y respirar. La voluntad y la libertad son una diada que busca respuestas y hace preguntas incomodas al poder y la realidad. “Qué belleza guardan aquellos que no encuentran su lugar fácilmente entre tanta gente. Tal y como está el mundo, es un privilegio no encajar.” Escribió en sus Diarios Alejandra Pizarnik.
En ese dinamismo de lo humano, dice Haruki Murakami: “En mi opinión, no hay persona en este mundo que no guarde algún secreto insondable en lo más recóndito de su corazón. Es más, me atrevo a afirmar que ello es necesario para desenvolverse y sobrevivir en el mundo” y Friedrich Nietzsche escribió: “Nadie puede construirte el puente por el que tú, y solo tú, debes cruzar el río de la vida. Puede que haya innumerables senderos, puentes y semidioses que con gusto te llevarían al otro lado; pero solo al precio de empeñarte y renunciar a ti mismo. Hay un camino en el mundo que nadie puede recorrer excepto tú. ¿Adónde lleva? No preguntes, camina.”
“No conocemos nuestras propias almas, y mucho menos las almas de los demás. Los seres humanos no van de la mano durante todo el tramo del camino. Hay un bosque virgen en cada uno; un campo de nieve donde incluso la huella de las patas de los pájaros se desconoce. Aquí vamos solos, y nos gusta más así. Siempre tener simpatía, siempre estar acompañado, siempre ser entendido sería intolerable.” Escribió Virginia Woolf y vaya que una manera que hemos desarrollado nuestro existir es la búsqueda de la validación, de la amistad y del amor, nada más difícil de encontrar y sostener en el tiempo.
Vamos luchando contra nuestros miedos, intentando hallar el deseo que nos mueve y que una vez que se alcanza se convierte en nuevo deseo. Buscamos ser vistos, reconocidos, valorados, en una historia constante de cambios, de duelos y de incertidumbre, Julia Lechado nos dice: “Nunca he tenido miedo al abandono, porque siempre doy lo mejor de mí. Si alguien se quiere ir lejos de mí, creo que ya no estoy en el capítulo de mi vida donde pude haber cuestionado el por qué y querer saber, simplemente ejerzo la cualidad de la humildad para comprender que a las personas se les acaba el amor y que no puedo obligar a nadie a ser parte de mi vida.”
La vida es un constante desafío, un caos, un desorden aparente y real. Las congojas, las preocupaciones, las lisonjas, los logros, son siempre movimiento, Marguerite Yourcenar señaló: “Lo mejor para las turbulencias del espíritu, es aprender. Es lo único que jamás se malogra. Puedes envejecer y temblar, anatómicamente hablando; puedes velar en las noches escuchando el desorden de tus venas, puede que te falte tu único amor y puedes perder tu dinero por causa de un monstruo; puedes ver el mundo que te rodea, devastado por locos peligrosos, o saber que tu honor es pisoteado en las cloacas de los espíritus más viles. Sólo se puede hacer una cosa en tales condiciones: aprender”.
En eso de aprender me quedo con unas palabras de Rudyard Kipling:
“Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.
Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.”