En el primer trimestre del año van 8 mil intoxicados por picadura de alacrán: Salud

León ocupa el primer lugar en personas picadas por alacrán a nivel país.

Guanajuato, Gto., 1 de abril.- El secretario de salud Daniel Díaz hizo un exhorto a la población a tomar las medidas precautorias ante el incremento del calor en los 46 municipios que propician mayor frecuencia de alacranes en los domicilios.

Conforme al boletín epidemiológico del Sistema Único de Vigilancia Epidemiológica (SUAVE) que abarca del primero de enero al 21 de marzo, en el estado de Guanajuato se han presentado 8 mil 321 intoxicaciones por picaduras de alacrán.

El titular de la dependencia estatal informó que existe garantía de suero antialacránico en unidades médicas de todo el estado.

El alacranismo es un problema de salud pública que prevalece en Guanajuato en algunos municipios y localidades rurales y está determinado por las intoxicaciones originadas por arácnidos del género centuroides cuyo veneno es altamente tóxico, sobre todo entre la población infantil y la de mayores de 60 años.

Los síntomas de la picadura son: Dolor local de leve a intenso, hormigueo y entumecimiento, comezón en nariz, lagrimeo, salivación, sudoración y convulsiones y en casos graves puede llevar a la muerte.

Intoxicación leve

Dolor intenso y adormecimiento del sitio corporal de la picadura, nerviosismo e irritabilidad. En menores de cuatro años llanto incontrolable.

Intoxicación moderada

Los dos anteriores, más secreción nasal y salivación abundante, sensación de cuerpo extraño en la garganta (como si tuviera un estropajo dentro), ceguera temporal, dificultad para respirar, dolor abdominal, náusea y vómito.

Intoxicación grave

Todos los anteriores, además de cambios en el ritmo y frecuencia del corazón (latidos), trastorno de habla, palidez alrededor de los labios, postración.

En caso de presentar una picadura es necesario acudir a la unidad de salud más cercana y no automedicarse.

Existen factores de riesgo como son vivir en zonas endémicas de alacranismo, las condiciones de vivienda, que favorecen la formación de escondrijos de alacranes; así como, tener material en desuso dentro de la casa, ladrillos apilados, tejas, cartón o madera y no deshierbar en derredor del domicilio; es decir, falta de prevención primaria durante actividades de riesgo laborales.

La incidencia de la picadura aumenta en tiempo de calor, sobre todo por las noches cuando los alacranes salen para alimentarse.

Tomando en cuenta que a partir del año 2008 se inició el operativo de lucha contra el dengue en el Estado, en el cual se realizan acciones integrales para el control del mosquito vector y repercuten en el control de otros vectores tales como los triatominos y los alacranes, por tal motivo empieza a descender los accidentes por picadura de alacrán en relación al año anterior.