En estos días los hechos terroristas violentos en los poblados israelís cercanos al territorio conocido como Gaza han ocupado los titulares internacionales, el 7 de octubre de este año se llevó a cabo un ataque de milicianos identificados como integrantes de HAMAS a poblaciones civiles israelíes, matando de manera por demás sanguinaria a más de 1,400 personas y secuestrando a aproximadamente 220 personas, incluso de distintas nacionalidades; ello provoco una respuesta militar del Estado de Israel, legítima por demás ante el daño y amenaza latente a su población, lo que cualquiera de nosotros esperaría de su Gobierno, y hoy a 24 días de este inicio, la situación no aminora.
HAMAS, y hay que ponerlo así en mayúsculas, es un grupo terrorista, reconocido como tal por el derecho internacional, que busca la intimidación o coerción a Israel mediante la amenaza o la violencia, provocando muertes, lesiones y toma de rehenes, lo que es por definición de la ONU, una violación a los derechos humanos y libertades de las personas.
El terrorismo es la negación de las vías legales, del diálogo y la mediación, y en el caso que nos ocupa, una amenaza constante en la zona; HAMAS niega el derecho de Israel a existir como Estado y tiene como objetivo la desaparición del mismo. Todo Estado en su definición de Seguridad Nacional tiene como objetivo la subsistencia del mismo y de sus integrantes, e Israel busca la protección de los mismos y su subsistencia misma.
Israel, Gaza y los territorios bajo la Autoridad Palestina han buscado opciones legales desde la emisión del acuerdo 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, múltiples conflictos armados, pero también con muchos acuerdos que buscan la paz; sin embargo han sido saboteados por grupos terroristas extremistas islámicos, que niegan cualquier diálogo y desconocen a Israel, siendo necesarios precisar que no solo HAMAS interviene como grupo terrorista en la zona, sino también HEZBOLLAH y FATAH; además, estos grupos extremistas no tienen ninguna medida, no les importa sacrificar a sus integrantes o a su propia población civil para cumplir sus fines, crean instalaciones militares en zonas urbanas o infraestructura médica y civil, buscando atacar sin recibir una respuesta de Israel para no poner en riesgo a las población, como señale, las vidas de su gente no importan en la búsqueda de sus objetivos.
Gaza es una zona con amplia presencia internacional, la ONU mantiene misiones constantes de trabajo en la zona y revisa el actuar cotidiano de Israel, ahí habitan más de 2.5 millones de árabes identificados como palestinos, pero como hemos mencionado, también es el lugar de operación de los grupos extremistas, que no representan a todos sus ciudadanos, pero que si los lastiman al usarlos como escudo.
El mundo está en tensión por los aliados mutuos de Israel y de la causa palestina, pero si realmente se quiere la paz tendría que buscarse que los aliados de la causa palestina realmente quisieran la misma, decir no a cada propuesta de paz no es una opción, y la gran mentira tras de ese no, es decir que Israel y su gente son invasores y que no estaban ahí, y es una mentira porque desde hace 4,000 años existen judíos en el territorio, han vivido en el mismo los cananeos, los idumeos, los helenos, los romanos, los bizantinos, los francos, los mamelucos, los otomanos, pero todos ellos se desvanecieron, y los Judíos siempre han estado ahí; el acuerdo 181 fue una medida de reconocimiento a ambos pueblos, Israel y Palestina, pero como cada quien la tomo ha sido el devenir histórico de la zona. Israel lo acepto, creo una nación que es ejemplo de desarrollo, Palestina no acepto por sus grupos radicales, y son sus ciudadanos quienes sufren por esto; su ultimo líder en buscar acuerdos fue el extinto Yaser Arafat, incluso ganando un premio Nobel por ello en 1995, pero desde entonces no ha habido otro intento por parte de los representantes del pueblo palestino.
Pedir que cese el fuego en la zona es una medida necesaria, pero que no resolverá la situación mientras no se busquen acuerdos de largo aliento, Israel tuvo acuerdos de paz con Egipto, Jordania, y ha mantenido dialogo con muchos otros países del mundo árabe, incluso con acuerdos comerciales; la paz es posible si es deseada por todas las partes, y el mundo debería buscar que Palestina llegara a esos acuerdos, sin ser rehén de sus grupos extremistas y buscando el bienestar de su población, cada que esto no se logra, se cortan vidas, sueños y esperanzas de todos los involucrados, y como comunidad global debemos alentar que esto no pase.
