El turismo de las vacunas; cada vez más personas viajan a EU

Dr. Sergio Aguilar Rodríguez
Dr. Sergio Aguilar Rodríguez Pluma Platino News

Hoy en día, muchas personas en México se preguntan si es posible obtener la vacuna en los EE.UU y manifiestan su preocupación debido a diferentes circunstancias que se viven en torno a la vacunación contra la Covid 19 en nuestro país, las dos más importantes son: la incertidumbre de la fecha de la aplicación de la vacuna y la forma en que podremos ser vacunados. Lo anterior debido a lo que se dio a conocer la semana pasada en relación a las inyecciones de aire y las de agua (siendo esto más un mito urbano que realidad), pues no se ha podido demostrar con hechos tal situación. Otro factor de preocupación es que la comunicación social en el gobierno es pésima, y me refiero a la Federación, los Estados y los Municipios de todo el país, pues pareciera que la mayoría de los gobiernos se empeñan en que fracase el proceso de vacunación, máxime ahora que están cerca las elecciones.

Otras razones internacionales es que se ha desatado un turismo de vacunas que está ingresando a Estados Unidos en la periferia de la legalidad. Ya sea porque los sistemas de salud han colapsado en diversos países en vías de desarrollo, o porque la distribución de las farmacéuticas ha favorecido a las potencias, pero ya sean por estas razones o alguna otra, las personas están buscando alternativas en el extranjero.

En términos del turismo de vacunas, actualmente los estados de Texas, Louisiana y Arizona no están exigiendo ciudadanía estadounidense o residencia para recibir la vacuna contra COVID-19.

Aunque de manera oficial no se han abierto las fronteras para que extranjeros acudan abiertamente a aplicarse las vacunas de Pfizer, Johnson&Johnson o Moderna —que son las únicas marcas que se administran en el país—, es una realidad que no se han hecho esfuerzos aduanales para detener este flujo creciente de personas interesadas.

Una de las razones es que, particularmente en los estados del Deep South y Texas, la gente está más reacia a vacunarse. Ya sea por miedo, desconfianza a los desarrolladores farmacéuticos internacionales, franca ignorancia. Estas circunstancias generan un excedente de vacunas contra COVID-19, lo que ha permitido poder aplicarlas a extranjeros que las solicitan.

La situación abre una ventana para quienes, en otros países no tienen la oportunidad  de recibir la anhelada vacuna y pueden costear un viaje a los Estados Unidos para aplicársela. Más aún, porque en farmacias como CVS y Walgreens, la vacuna es completamente gratuita. También es posible conseguirla en clínicas hospitalarias de núcleos urbanos de Texas —como Dallas, San Antonio y Austin—, pero es más probable conseguir una cita en las farmacias privadas que se encuentran en pueblos aledaños.

Es imposible realizar un registro para una persona  que no sea estadounidense. Por esta razón, para los mexicanos que desean vacunarse en Estados Unidos, es más probable concretar una cita si se agenda directamente desde el interior del país.

Las plataformas más amigables son las de los supermercados que cuentan con la distribución autorizada. De otra manera, algunas farmacias también permiten que los pacientes se inscriban desde sus sitios oficiales. Es importante notar que, una vez que se agenda la primera cita, inmediatamente se reserva la siguiente, que corresponde a la segunda dosis de vacunación.

Vale la pena aclarar que ningún servicio de estos permite a los usuarios elegir qué vacuna se le administrará. Por el contrario, se asignan dependiendo de la disponibilidad de cada estado, cada localidad o cada tienda. Para acudir a la cita y ser vacunado sólo es necesario llevar una  identificación oficial con fotografía.

Una vez que se aplica la primera dosis, las farmacias y supermercados dan una especie de “cartilla de vacunación” que indica la marca de la vacuna que se administró, la fecha y el nombre del paciente a quien se le aplicó. Es necesario llevar consigo este talón para la segunda aplicación, ya que avala el lapso necesario entre ambas fechas.

En el terreno legal, existe un vacío con respecto a la aplicación para extranjeros, de modo que permiten a cada estado seleccionar la elegibilidad de quienes pueden aplicarse la vacuna; no obstante, las condiciones actuales y los criterios de Texas, Louisiana, Arizona y el resto de Estados pueden cambiar en cualquier momento, por eso concluyo que ir a los EE.UU. a vacunarse es un albur, pues no se sabe qué vacuna te aplicarán y si serán una o dos dosis, independientemente a que “las reglas del juego cambien” y hayas invertido tiempo, dinero y esfuerzo y regreses sin vacuna. Con la información que te acabo de compartir podrás decidir si ir allá a conseguir la vacuna es la mejor opción y sin duda eso depende en gran parte, de tu bolsillo y tu disponibilidad de tiempo.