El monopolio del pulpo camionero

No es lo mismo pero... (Por Baldo Jiménez)

Miles y miles de trabajadores, amas de casa, empleados, obreros, estudiantes, adultos mayores y niños, serán golpeados en su economía, al ser, quienes sufran las consecuencias de la voracidad de los dueños del transporte de esta ciudad de León.

El pueblo clama justicia, porque ¿acaso es justo que los salarios de los trabajadores ya tengan nombre y apellido y este sea el SIT? Porque ahora no bastan el pago de los 11 pesos, que es el costo de un viaje en las orugas, sino que ahora, según la información que fluye en el medio, será de 13 pesos, cuando no han justificado las promesas incumplidas, que son reiterativas, cada que pretenden un aumento.

Vamos por partes, el criterio de justicia tiene que ver con el bien común, la única forma en que puede subsistir la sociedad, es dándole prioridad a esta, sobre los intereses particulares.

La anterior cita, la tomo del filosofo Platón, en su obra “La República”. Quiero transpolar este concepto filosófico a nuestra actualidad, para que inequívocamente y sin ambages, decir que toda autoridad o gobierno debe buscar el bien común de sus gobernados.

El anterior planteamiento lo hago en forma general, y en lo particular lo quiero traer a esta tribuna para dejar claro que no está sucediendo esto en el tema del transporte urbano de león, por lo que expresare a renglón seguido.

El pueblo se siente agraviado porque ha tenido que aceptar un transporte, que en lugar de ser de primera, es de tercera, ¿o cómo podríamos entender que los usuarios tengan que viajar como sardinas en los mismos, aguantando las injerencias del clima?, puesto que el aire acondicionado con el que cuentan es insuficiente para el numero de pasajeros que se trasladan en el mismo, y que decir de las filas interminables que tienen que soportar, por los retrasos en las corridas, puesto que los concesionarios no respetan la frecuencia en cuanto al tiempo que deben prestar el servicio, y cuando estos deberían tener salidas cada 10 minutos entre una y otra, llegan a transcurrir de 30 a 40 minutos.

Las condiciones en los paraderos del camión. Foto: Antonio Galván

En este renglón quiero hacer un paréntesis. Es tan notorio este asunto, que los concesionarios han caído en los vicios de antaño, es decir, que los choferes hacen tiempo para levantar el pasaje que más puedan meter a su camión, de tal suerte, que primero conducen despacio y luego alcanzan velocidades que pueden acarrear accidentes o siniestros.

Los directivos del SIT piensan que los leoneses somos de memoria corta y ya se nos olvidó que el 29 de Diciembre del 2018, es decir, hace casi seis meses, murieron diez personas y 46 lesionados en un accidente de un camión, siendo el numero económico LE306E, que cubría la ruta alimentadora A 84 en la zona las joyas y a los deudos de los occisos se les estuvo regateando el pago de la reparación del daño causado, y por la información que he obtenido, todavía a una familia no se le ha pagado, aunque este comentario lo hago con reservas, por no haberlo podido confirmar, y desconociendo el valor de lo entregado o si fue de acuerdo a la LFT.

Volviendo al tema principal, refiero que no existió logística en cuanto a la creación y construcción urbanística de calles, sino que solamente se adaptaron las calles y solamente zurcieron las mismas para el paso de las orugas.

Me da pena ajena que los Directivos insistan en mencionar que tenemos el mejor servicio de transporte en México, cuando es notorio y público la falta de estructura, movilidad, estacionamiento, contaminación, congestión vehicular y la falta de paraderos dignos, porque algunos de estos, están en condiciones infrahumanas y el usuario tiene que soportarlo por necesidad, porque no le queda otra más que esperar un camión retrasado en la lluvia o el sol, mientras que los directivos en sus cómodos sillones y escritorios nos presumen que los usuarios tienen el mejor transporte del país,  oh frustración.

Las condiciones del transporte público. Foto: Antonio Galván

No debemos olvidar que los usuarios deben soportar a los carteristas, acosadores y a toda la violencia que genera la falta de seguridad en el transporte del SIT, sin embargo, lo más decepcionante es escuchar a nuestro Alcalde que no acepta los retos de subirse al camión y vivir en carne propia estas circunstancias, para generarse por sí mismo, convicción de aceptar o no, un aumento al transporte.

Ahora bien, si no es su deseo hacerlo, que mande emisarios, para que de una forma incógnita viajen, y puedan hacer reportes. Se está con el pueblo, o se está contra él, porque tampoco es válido desde mi perspectiva, no cumplir su palabra de que no iba a subir el pasaje urbano echando culpas ajenas, la política del gobierno federal es una, pero las promesas hechas en su campaña son otras y él es el arquitecto de su propio destino, y que recuerde que al final el pueblo juzgara si cumplió o no cumplió sus promesas.

Por otro lado, el argumento de los concesionarios de que necesitan un aumento por los altos costos del Diesel, refacciones y cuestiones mecánicas son solo para justificar que quieren seguir ganando en este negocio  multimillonario, a costa de los usuarios que tienen la necesidad de transportarse de su casa a su lugar de destino y de regreso. Es necesario que alguien tome cartas en este asunto de forma urgente, inclusive creo que se debería hacer una encuesta a los usuarios respecto a este aumento, porque no debemos olvidar que este, es un servicio público.

 

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