El Marro y lo que sigue

Jorge Marcelino Trejo Ortiz
Maestro Jorge Marcelino Trejo Ortiz, presidente del Colegio de Abogados del Estado de Guanajuato

Cuando se hace uso de las unidades de inteligencia policial, de la planeación, de la coordinación entre los órdenes de gobierno, los resultados son los esperados, como es el caso de la captura de José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro. Sin embargo, este es solo un paso para recuperar la seguridad y la paz en nuestro estado y el país.

Está de más entrar al debate de quién se lleva la medalla del logro en este operativo. Lo importante fue la colaboración del Estado y la Federación. Se espera que en proceso judicial se aplique todo el rigor de la ley y se haga justicia.

Aunado a la captura del Marro y una decena de sus pistoleros y operadores, se dio la liberación de una empresaria de Apaseo el Alto a quien los criminales tenían secuestrada, hecho invaluable porque la salvaron de las garras de delincuentes desalmados.

Digo que el operativo de las autoridades no es fortuito, porque sorprendieron totalmente al Marro y a su gente, al grado de que no hubo un solo disparo y, por tanto, ninguna persona herida o muerta.

Al mismo tiempo, no sucedió lo que muchos esperaban que era una reacción violenta de los seguidores de este líder criminal, como sí ocurrió semanas antes cuando fue detenida la madre, la hermana y otros miembros del cártel Santa Rosa de Lima.

El Ejército, la Guardia Nacional y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado realizaron por tierra y por aire operativos y retenes de prevención de actos violentos en toda la zona Laja-Bajío y principales accesos carreteros de otros municipios.

Hoy sabemos que días antes, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) bloqueó cuentas millonarias de los abogados del Marro, aspecto lo que derivó en su debilitamiento económico y le acotó la capacidad de movilización.

¿Pero qué espera la ciudanía guanajuatense luego de esta captura? Lo que deseamos es que siga esa colaboración interinstitucional para proteger a la población de los otros grupos criminales, que incluso han estado proliferando, según ellos mismos lo informan a través de sus redes de comunicación.

Recordemos que los homicidios dolosos se han incrementado en la entidad, sobre todo en las localidades del corredor industrial, como son Celaya, Salamanca, Irapuato, San Francisco, Purísima y León, ciudad donde el mes pasado se llegó a una récord inaudito de 83 crímenes, según la autoridad, un 99.9 por ciento relacionados con el tráfico de drogas.

Lo que espera la ciudadanía es que la autoridad se aleje de los manejos políticos antes que priorizar la seguridad y la paz social. Cuando hay temor, cuando hay incertidumbre, un pueblo no puede ser feliz.

El desarrollo de los pueblos tiene como necesidad primordial la seguridad pública; cuando esta no existe, se aleja la inversión interna y externa y se da el desplazamiento natural de las personas en busca de lugares más seguros donde puedan prosperar.

La captura del Marro y secuaces debe ser el punto de partida para un entendimiento de las autoridades de los tres órdenes, hacia un mismo fin que es el de preservar la seguridad nacional y de cada región como es el caso de Guanajuato, que tanto lo ansía, que tanto lo pide.