Servir a los demás es un orgullo, y un sacrificio que pocas veces se reconoce, cuando hablamos de servidores públicos, el ciudadano común piensa en burocracia, en privilegios y en que le pagamos a alguien por no hacer nada, y cuando hablamos de policía, creo que la opinión empeora, “flojos”, “corruptos”, “ignorantes”, “delincuentes con placa”, entre otros calificativos que no reproduciré por haber ya ilustrado mi punto; pero ningún servicio público implica tanto sacrificio como el policial.
Un policía pasa por mas controles para su contratación que cualquier otro servidor público, solo el 30% de las personas que quieren ingresar a la policía pasa los exámenes de control y confianza, examen invasivo, extenuante, que si bien se cuestiona mucho su utilidad, lo real es que es el parámetro bajo el cual medimos a quien se le da la responsabilidad mas alta que puede haber en el servicio publico, cuidar a los demás, pero además, lo tendrá que presentar cada 2 o 3 años, dependiendo de su rango, durante toda su vida en el servicio público, con la posibilidad de que no pase, y no pueda seguir en el servicio…. Ninguna otra función implica esta evaluación constante..
Una vez aprobados estos controles, empezará una capacitación que es dura, y que además, mientras sea policía, nunca terminara, pues deberá tener capacitación inicial y además, continua para seguir actualizado y validado… pero no estudian verdad?.
Cuando inicia su servicio, se deberá olvidar de descansar en las fechas que los demás lo hacen, se perderá momentos personales y de familia que los demás comentamos habitualmente, será mal visto por la sociedad, amenazado por quienes delinquen y juzgado habitualmente por todos, sus superiores, por los responsables políticos, por los medios..
Actualmente tanto Gobierno del Estado como varios municipios, han mejorado las condiciones laborales, su salario y prestaciones, así como el equipamiento ha mejorado, pero aun no es la regla general, de ahí la importancia de lo que en fecha recientes comento el Gobernador, mejores sueldos, estandarizados en todo nuestro estado.
Muchos policías aun compran su equipamiento, incluso uniformes, tienen nulas pocas posibilidades de brindar mejores condiciones de vida para su familia, pero lo que es aun peor, si pierde la vida en el desempeño de su función, le serán regateadas sus prestaciones, peor sobre todo, será cuestionada su dignidad humana.
Durante el año 2018, según la Asociación Causa en Común, 64 policías perdieron la vida en nuestro estado, y hasta el día 15 de diciembre de este año 2019, 63 han sufrido la misma suerte, Municipios como Villagrán, Irapuato, Salamanca y León han corrido con la peor suerte, pero las bajas han sido en 20 municipios, ningún otro servicio público tiene esta espada de Damocles sobre su cabeza, y por mi experiencia de trabajo con los compañeros policías, no solo existe el miedo legitimo de perder la vida, sino que el cumplir tu deber, enfrentar a al delincuencia, se traduzca en que además tu familia no se apoyada, y que se declare “estaba en malos pasos”, “era corrupto”, y nunca se investigue o persiga a los culpables de esta afrenta no solo a la persona, sino a la sociedad en general, al Estado, pues ese policía no estaba ahí solo porque su vocación se lo marco, sino por que como organización política, le dimos las facultades de y la responsabilidad de cuidarnos, por lo que somos responsables solidarios de el, de su actuar y de su destino.
En estas fechas de reflexión te pido que voltees a ver a esa persona que, dependiendo de la corporación , trabaja de 12 a 24 horas seguidas, atento al radio, a lo que esta en su entorno, a patrullar, que tiene que llenar informes, puestas a disposición, que carga consigo casi 20 kilos de equipamiento cuando desciende de su patrulla; y que seas empático con el, su mayor anhelo es seguir cumpliendo su vocación, terminar su día, y abrazar a su familia, así como tu lo haces cada día