Agencias.-Hace un año los reflectores se enfocaron en Culiacán, Sinaloa, pues se había desatado una ola de balaceras en distintas zonas de la ciudad. Las fuerzas federales y estatales habían detenido a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante mexicano, “El Chapo”.
Rodearon la mansión donde se escondía Ovidio. Después de diez minutos, cuando arribaron los soldados, sonó la alarma de alerta; decenas de autos y camionetas con supuestos sicarios armados tomaron Culiacán, para exigir la liberación del heredero del Cártel de Sinaloa.
Debido a ello, comenzaron a arder vehículos militares en las principales avenidas, lo cual fue difundido a través de Twitter de una manera inimaginable. El enfrentamiento entre supuestos sicarios y el Ejército duró horas.
Un año que como Presidente claudicó ante un grupo criminal.
Típico en sus maromas verbales, nueve meses se tardó en aceptar que fue usted quien ordenó la liberación de Ovidio Guzmán.
El histórico cártel más sanguinario en #Mexico se lo agradeció.
Lamentable. @lopezobrador_ pic.twitter.com/rCNwv3Kpmw
— Emilio Álvarez Icaza Longoria (@EmilioAlvarezI) October 17, 2020
La violencia estaba desatada por lo que, después, el gobierno federal ordenó la liberación del hijo de Joaquín Guzmán Loera, para detener la violencia que estaba “cobrando muchas vidas”.
Las indagatorias por los enfrentamientos registrados hace un año, el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, tienen cabos sueltos y no han terminado de integrar las carpetas de investigaciones, las cuales no arrojan que haya detenidos ni ordenes de aprehensión.
Los datos relevantes sobre el “Culiacanazo” es clasificada como reservada y lo único que se sabe es por los datos otorgados en las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador.