México ha sido testigo en los últimos tiempos de una oleada de claros-oscuros en tratándose de la libertad de expresión, el cual es un tema que me parece apasionante, difícil y hasta peligroso pero que es indispensable que abordemos a propósito de que el 3 de Mayo se celebró el día mundial de la libertad de expresión.
Todo país que se jacte de vivir en democracia, tiene la obligación moral y ética, de garantizar la libre expresión de las ideas por todos los medios de comunicación como las revistas o periódicos, radio y televisión o medios electrónicos, sin embargo no puedo soslayar que el Estado mexicano ha transitado siempre con la tentación de vivir en la opacidad, por lo que fue necesario legislar sobre este tema, trayendo como resultado reformas que dieron origen a normas y criterios en materia de transparencia y ahí está todo un tratado de leyes, de acceso a la información público gubernamental y protección de datos personales.
Antes de contestarnos si estas leyes han sido suficientes, hagamos un repaso si en México ha habido libertad de prensa y la conclusión es que siempre a los periodistas se les ha acosado, incluso existe una lista interminable de hombres y mujeres que escogieron como profesión la comunicación y que hoy lamentablemente algunos perdieron la vida, pero estas muertes si afectaron la libertad de expresión cuando menos en un periodo corto.
No debemos olvidar aquellos medios que tuvieron que cerrar sus puertas por la falta de apoyo de pago por inserción de publicidad, lo que los obligó a parar sus maquinas de impresión, como fue Diario monitor, Carpeta púrpura, Monitor Radio o cuando estuvo a punto de desaparecer el periódico la Jornada, pero que fue rescatado por el Estado, solo que ahora habrá que preguntarse, qué planteamiento ideológico que se está dando en sus tirajes?
Retomando el tema, mucha tinta se ha gastado acerca de la protección de los datos relacionados con la vida privada de los particulares, incluso con su intimidad, fundado en el artículo 11 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, pero lo cierto es que esta protección de datos personales, que en teoría debería de aplicarse, no se está cumpliendo cabalmente.
Afirmación que hago al hacerle la siguiente pregunta a usted amigo lector: ¿Cuántas llamadas recibe usted a su celular o al teléfono de su casa en donde se le ofrecen productos o servicios de toda índole? y que aparte de la molestia, la pregunta sería, ¿cómo obtuvieron sus datos para localizarlo si usted nunca los proporcionó?
Siguiendo este hilo conductor, nos damos cuenta que en gran medida se lograron cambios en nuestro país, porque son públicos y notorios los millones de ciudadanos que han pasado a ser parte de las redes sociales a través del internet, por consiguiente, a través de este avance tecnológico, podemos decir que se ha masificado la comunicación y ahora, si Usted se encuentra en China, desde su celular, puede conocer en cuestión de segundos lo que está pasando en su ciudad, pero lo más importante, Usted puede expresar sus ideas a un clic de distancia.
En este renglón, lo invito a que nos detengamos y realicemos una ponderación objetiva de la importancia que tiene esta nueva forma de comunicación, existen ejemplos claros, donde por medio de este instrumento, podemos vivir fomentando la democracia o bien caer en el oscurantismo o en el fanatismo, pongamos dos ejemplos de esto:
Lo bueno: por medio de las redes sociales, conocimos de forma inmediata hasta donde llegaba el problema del huachicol en México. Lo malo: Estos medios pueden ser utilizados por grupúsculos o incluso, organizaciones extranjeras, para desestabilizar a un país al tratar de desprestigiar a los gobiernos difundiendo noticias tendencias o sin fuente o tendenciosas, con el afán de que los ciudadanos las hagan virales reenviándolas, para provocar un pánico o un caos social, que de una u otra manera desestabilicen la confianza en los gobiernos y afecte los sectores económicos más importantes.
Por consiguiente, quiero que esta columna sea un exhorto masivo para que las redes sociales no se convierten en cofradías ni sean utilizadas por fanáticos que al final del día se encuentran camuflajeados detrás de una computadora, Tablet o celular, y no sabemos sus verdaderas intenciones.
Sin embargo, que quede claro, todo mexicano debe tener un pensamiento crítico y liberal, y las redes sociales son una herramienta poderosa que permite no pasar desapercibido cualquier injusticia o mala práctica de corrupción e impunidad pero al final, depende de nosotros como las usemos.
Por lo pronto con mucho orgullo, les pido a todos aquellos que son amantes de las redes sociales que no olviden comprar también su periódico o rotativo que más les agrade, porque créanme existe una industria de trabajo que va desde el voceador, escritor, fotógrafo, escritor, capturista, coordinador, director, que son quienes han dado vida al cuarto poder en México, como lo es la libertad de prensa y expresión.