En las Urbes más cosmopolitas se tuvo que hacer un alto en el camino, al verse amenazadas por un asesino silencioso que ha ido invadiendo el mundo sin respetar fronteras, nacionalidades o latitudes del planeta que habitamos, “La Tierra”. La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de sus líderes, declaró el alto grado de expansión de esta enfermedad y a pocas semanas de haber iniciado en China, ya hay enfermos en casi en todos los continentes como Europa, África y consecuentemente, comienza a incrementarse el número de enfermos en América y recientemente en Australia.
Sólo como un breviario cultural, si nos remontáramos a 500 años atrás y trajéramos a la memoria la conquista de los españoles sobre los aztecas, necesariamente tendríamos que tocar que los historiadores dieron la nota de que los aztecas no sólo tuvieron como enemigos a los conquistadores, sino también a un enemigo mortal invisible, como lo fue la salmonela que provocó el deceso de 12 a 15 millones de nativos, cuando la población azteca se consideraba de 25 millones, pero obviamente, por cuestiones inmunológicas no tenían resistencia a otras enfermedades, como fueron la viruela, sarampión, fiebre amarilla, paludismo y malaria, las cuáles acabaron con pueblos enteros. Pero ahora, América y el mundo entero vuelve a ser amenazada por un asesino silencioso como es el COVID- 19 (Corona Virus).
Antes de seguir desarrollando este tema, quiero compartir con ustedes el sentir de una joven ciudadana italiana, que a punto de quebrar de llanto, expresó su opinión y las vivencias de sus co-nacionales, cuestión que expreso con todo respeto y sin que esto represente morbo alguno:
“Parece que físicamente estoy bien…. Esto ha sido una situación muy pesada, sigo en casa sola desde hace 9 días, ya no nos dejaron salir de Siena, y esta noche hablando (por teléfono) con mis papás, sin darme cuenta, me encontré llorando, pero recibí el apoyo de ellos y mi hermano mayor. En cuanto a la situación nacional, en el norte los hospitales ya no tienen más lugares en terapia intensiva; por aquí (Siena) hay personas contagiadas, pero todavía no es tan mala la situación; todos tenemos miedo y más por las personas que por ti mismo, lo malo es que se para la vida entera, no ves a nadie, ni siquiera hay gente en la calle, se supone que hay una restricción y no debes de salir ni para dar un paseo, y solamente sales por necesidad a las compras para comer, por eso les digo a ustedes se cuiden desde ahora porque si tenemos problemas con los sistemas sanitarios por aquí, allá van a vacilar más, cuídense…”.
La anterior conversación es el deseo más íntimo de una joven italiana de que nos cuidemos y de una manera simple y sencilla nos compartió cómo está sufriendo esta pandemia, es por ello que quisiera invitar a mis lectores a que tomemos esta enfermedad muy en serio, con reservas y muchas precauciones porque se puede salir del control sanitario de todos los mexicanos. Es conocido que muchos mexicanos que se encontraban como estudiantes de intercambio, los turistas o empresarios que por cuestiones laborales tuvieron que viajar a Europa, Estados Unidos o incluso a Asia, se vieron contagiados o varados en cuarentena. Dicho sea de paso, es del conocimiento público que hay muchas empresas asiáticas que se han asentado con sus negocios en nuestro estado de Guanajuato.
Así las cosas, el exhorto es que tomemos este asunto con responsabilidad sin caer en las compras de pánico, porque esto más que ser una solución puede traer consecuencias funestas, como son que los acaparadores puedan ocasionar el incremento de los precios y desabasto de cubrebocas, gel antibacterial y todo tipo de insumos que tengan que ver con la higiene y la salud. Es indiscutible que en México, apenas están iniciando los contagios pero tenemos que aprender de aquellos países que ya están sufriendo y padeciendo la experiencia, aún y cuando nuestro gobierno lo pase por alto. Antes de cerrar y despedirme de ustedes, voy a repetir un lema que se está compartiendo en Italia, “ A nuestros abuelos les pidieron que fueran a la guerra, a nosotros sólo nos piden que nos quedemos en casa”. Por tanto, hago un exhorto para que los mexicanos nos sensibilicemos, nos protejamos mediante las medidas preventivas difundidas en los medios de comunicación y sobre todo, que no facilitemos que se acaparen por parte de los hambreadores, productos lácteos, productos higiénicos, de abarrotes y de comida. Por último, que hagamos un alto en nuestras vidas, tomemos las precauciones sugeridas por las autoridades sanitarias, no nos confiemos, ni favorezcamos el estrés innecesario, el pánico y la angustia para evitar una devastación de nuestra salud y de nuestra economía.