Educación escolarizada

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

No necesariamente cualquier tiempo pasado fue mejor, pero definitivamente hay cosas que se han degradado, entre otras la educación escolarizada.

Con aquello de la libertad, de no presionar a los estudiantes, de los derechos humanos, la escuela cada día deja más de lado la misión formativa y se aboca solamente por la informativa, la cual, cada día es “más mínima” y los “saberes esperados”, cada día son más elementales, más básicos, más rudimentarios.

Esa función social que había cubierto la escuela por décadas, como son las disciplina, la puntualidad, el respeto, el esfuerzo, etc. Se da ido perdiendo, pues cada día es más frecuente la intervención de voces no autorizadas, no formadas, rayando en la ignorancia, que interviene en la escuela y todas esas cuestiones formativas se han vuelto una afrenta en contra de los educandos.

Los estudiantes, propiamente hacen lo que se les pega la gana, con lo cual, no se preparan para la vida de adultos, de una sociedad con normas y parámetros que nos ayudan a vivir en armonía. Los estudiantes no quieren seguir ninguna indicación y sus papás dicen que se les “trauma” con las exigencias que implica el estar en la escuela.

A esto le agregamos que los contenidos académicos básicos, como ya lo he dicho, son cada día más básicos. Hay alumnos en preparatoria o en la universidad que no saben las operaciones básicas, que son incapaces de leer “de corridito” por lo tanto incapaces de comprender un texto simple… y de la redacción ni hablamos.

Aquello que debió aprenderse en la primaria, no lo aprendieron y arrastran su ignorancia a la universidad y a la vida laboral.

Mala incorporación de normas, más mala incorporación de contenidos académicos es inversamente proporcional (seguro esto no lo entenderán la mayoría de los estudiantes) al buen desempeño social y laboral.

La brecha se amplía entre los profesionistas bien preparados y los mal preparados. Hablo de instituciones públicas y privadas, de escuelas grandes y pequeñas, parece que cada día nadie escapa de este determinismo social, en que se han bajado los parámetros para que todos quepan en la cobertura escolar.

Vemos y es el colmo, doctorados sin Doctor. Muchos títulos, diplomas, reconocimientos sin verdaderos profesionistas.