En la Semana Mayor, los mexicanos tenemos dos temas en la agenda: la Revocación de Mandato (el Domingo de Ramos), y la discusión de la Reforma Eléctrica (el Viernes Santo), que son días en que todos deseamos descansar o guardar, incluyendo los “desgastados” legisladores.
En el primero de los temas, estamos inmersos en una guerra procesal y mediática entre el Gobierno Federal y Morena contra Lorenzo Córdoba y el INE, donde hay muchos frentes de batalla.
Uno de los frentes es el relacionado con la lana que, derivado del recorte presupuestal de más de mil 500 millones de pesos al Instituto, definitivamente no se instalará el total de las casillas, sino cerca del 90% (de las 57 mil 500 de las señaladas), a decir del Consejo.
Otro flanco es el de la veda por la Revocación, que no es propiamente veda electoral, en la que, establece el artículo 35 de la Constitución, que el INE es la única instancia para la difusión de este ejercicio.
Ni los partidos políticos pueden hacerlo, aunque quieran, pero tampoco lo hacen porque no hay prerrogativas para ello. Por eso el encono de Lorenzo por la aparición de espectaculares y desplegados al respecto, a los cuales mandó suspender y tiene las sanciones preparadas.
Pero la ley también prohíbe la difusión de logros, programas y obra pública, a los tres órdenes de gobierno, por cualquier medio que sea, incluyendo la Mañanera. Es más, no se puede cacarear al flamante AIFA.
Sería justo que todos tuvieran la posibilidad de difundir aspectos a favor o en contra de la ahora Constitucional Revocación, pero, está el pero, de que estamos hablando de financiamiento y como que el horno no está para bollos.
El destino de este ejercicio está marcado con la poca afluencia de votantes por el periodo del que hablamos y porque no es lo mismo que una elección en la que nos bombardean de publicidad al hartazgo. Vinculante o no, las encuestas indican que habrá una ratificación.
Sobre el otro tema, la agenda que propuso Morena y sus aliados (Verde y PT), fue que se retome el día 15 de abril, a lo que los legisladores de oposición dijeron que por lo menos no fuera el Viernes sino el Jueves, para tener libre el fin de Semana.
Aquí veremos cuántos diputados asisten San Lázaro, y si no es que muchos ya tenían hechas sus reservaciones vacacionales. Tanto se ha peleado, que tendrán que posponer sus asuetos.
El Presidente ha insistido en que la Reforma salga tal como la propuso, mas la oposición señala que esto no podrá ser y si es que sale, saldrá con modificaciones, pese a que a los mexicanos lo que nos debe importar es que se pueda recuperar la soberanía nacional sobre nuestras energías, su producción y distribución.
La Comisión Federal de Electricidad tiene que retomar su rectoría sin que se tengan que privatizar las instituciones dedicadas a los hidrocarburos, a la electricidad y a los minerales estratégicos, como el litio.
Recordemos que la propuesta no es cancelar la inversión privada, ni nacional ni extranjera, sino mantenerla en un término aceptable, donde la mayor parte sea del Estado mexicano, por una simple razón que no se puede perder la soberanía y la seguridad nacional.
Tampoco es real que se esté proponiendo la utilización de energías sucias para producir la electricidad que necesita el País. En realidad, se están priorizando las energías limpias.
En la Semana Santa, aunque andemos en la playa o en conmemoraciones religiosas de la Pasión de Jesús, podremos ejercer nuestro derecho de acudir o no, a votar la Revocación o Ratificación, y mantenerse al pendiente de lo que se decida sobre la Reforma Eléctrica, porque no hablamos de un tema trivial sino del futuro de nuestra Nación.
