A 10 meses de las elecciones intermedias, dos noticias dividen todavía más al país: se le negó el registro, como partido político a México Libre y 10 mandatarios estatales se despidieron de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Aunque Felipe Calderón y su mujer aún darán la última lucha en el Tribunal Electoral del Poder Judicial la Federación, algunos se atreven asegurar que fue una instrucción que llegó desde Palacio Nacional, para taparle el camino de la urnas al peor opositor del titular del Ejecutivo; otros cuestionan la burla de Andrés Manuel López Obrador sobre la decisión de la mayoría de los consejeros, que le cortó las alas a quien asegura, le robó la presidencia en 2006; y otros más festejan que le dieron un verdadero “estatequieto” al oscuro político, como lo apoda la colega Olga Wornat.
Lo cierto es que se quedaron con las ganas la maestra Elba Esther Gordillo, Pedro Haces, César Augusto Santiago y la dama (que intentó, por la vía independiente, aparecer en las boletas presidenciales en 2018), de tener una plataforma electoral. Todo indica que tendrán que esperar a iniciar sus nuevos trámites hasta 2025.
Eso sí, el Partido Encuentro Social, ahora Solidario, rescató su registro de la mano de los evangélicos organizados. ¿Contrapeso de poder? Al contrario, irán de la mano del gobierno en turno, aunque la ley les prohibe ir en alianza, pero su objetivo es no volver a perder la franquicia y votar todo lo que les solicite Morena y hacer lo que les dicte el tabasqueño.
Para los gobernadores que dijeron adiós, aseguran que la Conago agotó sus funciones a 20 años de haberse fundado. Ya no es ese espacio de encuentro, diálogo, construcción de alternativas y equilibrios.
Esgrimen, casi un tercio de los mandatarios del país, que ya no sirve para nada ese club que los reúne de vez en vez, porque no es un órgano de interlocución para lograr el desarrollo y el bienestar de la gente. El 31 por ciento de la población del país, con 39 millones 192 mil 600 habitantes, también se fue de la Conago, con esta histórica decisión.
Ahora tendremos Alianza Federalista, Asociación de Gobernadores de Acción Nacional y la reducida Conago, que preside el priísta Juan Manuel Carreras, de San Luis Potosí.
Tan desunidos están los 32, como los casi dos mil 500 alcaldes de nuestro país; unos jalan con la Asociación Nacional de Alcaldes, otros con la Asociación de Autoridades Locales de México, y otros más con Asociación de Presidentes Municipales del Norte de México. Otros rebeldes militan en la Conferencia Nacional de Municipios y la mayoría de los primeros ediles, ni voltea a ver estas organizaciones burocráticas. Dicen que no sirven para absolutamente nada.
Está clara la advertencia de los que se tocaron las Golondrinas: la situación a la que se encamina el país, es realmente compleja, porque vamos en casi 70 mil muertos y casi tres cuartos de millón de contagiados en nuestra dolida nación. Vivimos la peor crisis de los últimos 100 años (las deudas crecen cada día, los despidos no se detienen al igual que las quiebras de negocios, y la confianza en el país se esfumó) y por si fuera poco este maldito cocktail, la inseguridad crece cada día.
¿Qué gobernadores se fueron? Javier Corral (Chihuahua/PAN), José Rosas Aispuro (Durango/PAN), Enrique Alfaro Ramírez (Jalisco/MC), Silvano Aureoles (Michoacán/PRD), Francisco Javier García Cabeza de Vaca (Tamaulipas/PAN), José Ignacio Peralta (Colima/PRI), Miguel Ángel Riquelme (Coahuila/PRI), Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón (Nuevo León/Independiente); Diego Sinhué Rodriguez (Guanajuato/PAN) y Martín Orozco (Aguscalientes/PAN).
Algunos de ellos, en muy breve tiempo perderán el poder, porque viene las elecciones de 2021: Corral, Aureoles, Peralta y Rodríguez Calderón.
Varios son panistas: Corral, Rosas Aispuro, Cabeza de Vaca, Diego Sinhué y Martín Orozco, y por lo tanto tienen doble “cachucha”, en la Alianza y en GoAn.
Los grandes ausentes: Carlos Mendoza Davis (BCS), Antonio Echevarría García (Nayarit), Francisco Domínguez Servién (Querétaro), Mauricio Vila (Yucatán), lo que demuestra que también hay una terrible división entre los panistas.
Dos tricolores: Nacho Peralta (Colima), que también ya se va y Miguel Ángel Riquelme (Coahuila), que tiene elecciones este año. Todos los demás, más que alineados con la 4T.
En fin, aplicó el Presidente López Obrador una máxima que nunca falla: Divide y vencerás. Bajo esa tesis, gobernadores más divididos que nunca, ganará las elecciones Morena.