Despiden a víctimas de masacre en Apaseo el Grande

A Ulises le gustaba viajar y fue esa noche sangrienta cuando emprendió un vuelo sin retorno.

Este día se realizaron los servicios religiosos en honor a los fallecidos de la masacre en Apaseo el Grande. Foto: Especial

Apaseo el Grande, Gto., 2 de diciembre de 2024.- Entre rezos y una profunda tristeza, este lunes familiares y amigos velaron a Ulises y Rodolfo Alejandro, bomberos de la empresa automotriz Toyota y dos de los hombres asesinados la noche del sábado en Apaseo el Grande.

Entre las víctimas también está Ricardo Eduardo, quien era paramédico del Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato (SUEG), también acribillado en el lugar conocido como el trébol de los Apaseos, un entronque que conecta a estos dos municipios y Celaya.

Los dos primeros eran originarios del municipio de Celaya mientras que el segundo de Juventino Rosas.

Mauricio Ramírez Sánchez, tío de Ulises, recordó al joven de 26 años como una persona tranquila que no se metía con nadie. Dijo que no quería bomberos, pero que finalmente siguió los pasos de su papá, quien tiene 35 años en el oficio.

“Un muchacho alegre, joven, tranquilo, sin meterse en problemas, es la realidad. En la corporación iba a cumplir cuatro años, pero desde niño se le inculcaron las cosas como a su papá que desde niño ha sido bombero, más de 35 años”, comentó.

A Ulises le gustaba viajar y fue esa noche sangrienta cuando emprendió un vuelo sin retorno.

Otra de las pasiones que tenía Ulises además de dedicarse a su hija y pareja, era el amor por el equipo de fútbol Cruz Azul y la playera lo acompañó hasta la caja donde estaba siendo velado.

“Lamentablemente tienen que empezar a vivir esa niña un proceso diferente sin un apoyo y es la vida así, la vida continúa, una esposa que también se dedicó con él y los dos vivían mucho para su niña”, añadió.

Para el tío, el joven estuvo en el lugar equivocado y ahora lo que quieren es que descanse en paz.

“No quisiéramos meternos en controversias, ahí respetamos, a lo mejor estuvo en el lugar equivocado, en el momento inadecuado y ahí la dejamos en manos de las autoridades”, agregó.

A Ulises le gustaba viajar y fue esa noche sangrienta cuando emprendió un vuelo sin retorno.