La película mexicana Ruido, de Netflix, se posicionó como la más vista a nivel internacional, apenas a unos días de que se estrenara en esta plataforma y está logrando visibilizar un problema de violencia e inseguridad que sufrimos en México.
Cuando la empecé a ver, buscando algo entretenido, pensé que era una cinta argentina, porque en los créditos iniciales aparece la bandera de ese país, pero era porque una productora de ahí, la está apoyando.
Lo que logra esta producción es impactante porque nos muestra una realidad que de tan cotidiana la dejamos de largo y como si no ocurriera nada. En los créditos finales se presentan casos con nombre de personas desaparecidas y se refiere que en nuestro país hay un registro de 90 mil desaparecidos.
Sin embargo, la verdad es que la cifra más reciente nos dice que van 110 mil, según el Centro Prodh que presentó una plataforma virtual de apoyo denominada No somos expedientes.
Ruido es impactante por sí misma porque nos adentra en la psicología de Julia, una madre que busca a su hija desaparecida y sufre de una especie de jaqueca que le hace escuchar un zumbido como cuando hemos pasado de una altitud a otra de manera vertiginosa.
Ese “ruido” es reiterativo cuando le ocurren situaciones extremas ya que este personaje se involucra con un colectivo (real) de buscadoras que viven y mueren en la esperanza de encontrar, como sea, a sus seres queridos, incluso de fosa en fosa, clandestinas.
Ante nosotros cobra vida ese sórdido mundo del crimen en el que se mezclan otros temas como la trata de personas, el narcotráfico, las inhumaciones clandestinas, los asesinatos de periodistas y activistas (como las propias buscadoras), la corrupción y complicidad de autoridades.
Ruido se filmó en ciudades y comunidades de San Luis Potosí, como pudo haberse producido en cualquier otra entidad como Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Sinaloa, Chihuahua o Jalisco.
La actriz Julieta Egurrola interpreta a Julia, el papel principal de esta cinta dirigida por otra mujer como es Natalia Beristáin, pero logran hacer actuar a las integrantes del Colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros, SLP.
La historia nos muestra también cómo los grupos del crimen organizado han ido tomando posesión de muchas zonas del país, en las cuales los retenes ya no son del Ejército, de las policías estatales o municipales, sino de las propias células de los cárteles.
En solo unos días Ruido se colocó en el Top 1 de Netflix, con casi 8 millones de horas vistas, por encima de cintas, series o documentales en otros idiomas, y está teniendo reacciones de medios en América Latina y en Europa, que están quedando horrorizados por una realidad brutal que vive México, y que no imaginaban, como son las desapariciones forzadas y los homicidios dolosos, a manos de grupos delictivos, estando Guanajuato en los primeros lugares.
Por un lado nos alegramos de que una obra de cine mexicano esté teniendo más impacto que incluso documentales sobre las guerras en otros países, pero todo se debe a la manera cruda y descarnada que nos exhibe esta realidad.
Hoy los desaparecidos (más de 100 mil) están teniendo voz y visibilización, pero lo que espero es que sea para que ocurra algo como afrontar y resolver un problema de crímenes que son los más dolorosos y que representan la incertidumbre por no encontrar a un ser amado, al que se le quisiera encontrar vivo o muerto para llorarle en paz.
Todos los órdenes de gobierno deberían estar enfocados en enfrentar este y otros problemas más de inseguridad y violencia, en lugar de estar solo atendiendo sus propios intereses políticos.