Desaparecen bajo nuevos fraccionamientos zonas arqueológicas de León

En León hubo fuerte presencia de asentamientos indígenas

León, Gto.- Los vestigios de 22 zonas arqueológicas en León desaparecieron entre el saqueo, el crecimiento de la ciudad y el abandono de las autoridades. De una civilización que data del año 300 A.C. y que fue epicentro religioso, de comercio y cultura, el testimonio que prevalece está entre mezquites, huizache y basura.

“Hay una riqueza milenaria, evidencias de culturas como la Chichimeca, Guamares, Chupícuara, Tolteca e incluso proveniente de Teotihuacan, es la que podemos observar en algunos estudios que se han realizado sobre los asentamientos de lo que hoy conocemos como la ciudad de León”, dice el cronista vitalicio de la ciudad, Carlos Arturo Navarro Valtierra.

Si bien en León se estableció el primer Museo de Antropología en la zona de Guanajuato para el año de 1958, las construcciones legales e ilegales, las vialidades y otro tipo de saqueos, han dejado sin esa historia a las nuevas generaciones que sólo ven pasar el legado precolombino en las hojas de los libros.

“Pocas personas saben que en León hay centros ceremoniales, ciudades habitacionales completas, entierros, una estructura piramidal y hasta una cancha de juego de pelota. Yo  puedo afirmar que León cuenta con una riqueza arqueológica sin igual, sin embargo son pocos los estudios y trabajos arqueológicos realizados, posiblemente por falta de apoyos”.

La Monografía del Municipio de León, escrita por el propio Navarro Valtierra y avalada por el Archivo Histórico Municipal, relata que en el Derramadero, Loza de Los Padres, Valle Hermoso, Ibarrilla, Cerrito de Rayas, Medina, Alfaro, La mesita, San Juan de Otate, Cerrito de Jerez, Loza de Los Padres, hubo en algún momento vestigios de asentamientos indígenas entre los años 300 A.C. y 90 D.C.

ALFARO, ENTRE LOS ESCOMBROS Y EL ABANDONO

En León existió una zona de juego de pelota única en esta región del país, según el historiador vitalicio de la ciudad.

A no más de 17 kilómetros de distancia del Centro Histórico de León se ubica el único de los sitios arqueológicos que ha sido investigado y estudiado por un grupo de trabajo de la Universidad de Stanford, California. Es el sitio de Alfaro.

Hasta no hace más de una década aquí era una zona agrícola. Hoy es una colonia suburbana de León que ha dado paso a la construcción de viviendas en lo que fueron solares y sembradíos de maíz.

Aquí hubo un importante centro ceremonial del que sólo se adivina ya un patio hundido. Fue una parada para las culturas del bajío y punto de partida para llegar a lo que hoy se conoce como Cañada de la Virgen, Plazuelas y El Cóporo. De esa magnitud.

Los hallazgos de esta investigación revelan que: “el patrón de asentamiento es disperso, observándose diferencias en aprovechamientos. Hay plataformas ceremoniales, plazas, patios” y está en el camino al Cerrito del Baile que en realidad es una pirámide que no se ha estudiado.

Los vecinos reportaron el hallazgo de un entierro, una familia que fue estudiada por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia y cuyos despojos se encuentran hoy en el Museo de Arte e Historia de Guanajuato.

SON CIMIENTOS DE LA IDENTIDAD

“León tiene 22 sitios arqueológicos que se están perdiendo poco a poco porque los fraccionadores irregulares o, autorizaciones indebidas de tiempos anteriores, han hecho desatinos. Han invadido terrenos, han fincado y se pierden los vestigios. Hay excavaciones y eso ha propiciado que se pierda nuestra identidad”, dice Navarro Valtierra.

Al tiempo,  vecinos de Alfaro y Medina, piden que se hagan programas de custodia para preservar lo que queda de las zonas que ya están en medio de la ciudad.

En Peñón de Alfaro el único custodio es un cartel vandalizado.

En el Peñón de Alfaro, uno de los 22 sitios reconocidos hasta ahora, hay una cartelera colocada –la única que sobrevive de siete- por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Advierte sanciones a quien realice uso indebido del sitio anunciado como “patrimonio arqueológico” y que cualquier acceso será sancionado “severamente” por las autoridades federales.

Hoy por ese sitio pasan todos. No hay malla perimetral. No hay nadie que cuide. No hay nadie que recuerde lo que fue. No hay piedra sobre piedra.