Agencias.-Era el 12 de octubre de 2019 cuando el keniano Eliud Kipchoge corrió los 42.2 kilómetros de la prueba del maratón por debajo de la barrera de las dos horas, rompiendo una marca que muchos creían imposible. Un día después, su compatriota Brigid Kosgei destrozó el récord en la rama femenil. ¿Qué tuvieron en común este par de corredores? Los tenis en sus pies.
Kipchoge hizo la prueba usando un prototipo de tenis de Nike del modelo ZoomX Vaporfly Next. Kosgei estaba usando una versión reciente de la zapatilla, cuyo precio ronda los 250 dólares.
Sus marcas reabrieron un debate que se ha venido cocinando desde que Nike presentó este modelo en 2017. Las zapatillas tienen una placa de fibra de carbono, espuma ligera y un antepié rígido que te balancea hacia adelante. La empresa afirma que está comprobado que disminuyen el esfuerzo de los corredores en 4 por ciento, haciendo que quienes los utilicen corran más rápido y se recuperen más rápido.
“De la nada, eres 4 por ciento mejor, no hay dudas. Probamos este tenis a través de varios rangos de velocidad y habilidad”, explicó Matt Nurse, vicepresidente del laboratorio de investigación de Nike Explore Team Sport.
La carrera que otros fabricantes de tenis disputan para producir zapatillas de alta gama con resultados similares produce una sombra de preocupación entre los críticos que apuntan a que Nike puede rompe el equilibrio competitivo en este tipo de carreras en la víspera de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) está explorando si establecer algún tipo de control en las compañías de artículos deportivos o dejarlas ‘por su cuenta’, una decisión que podría marcar el comienzo de una carrera ‘armamentista’ por zapatillas de alta tecnología.
“Este no es un pequeño avance en tecnología, este es un animal completamente diferente”, advirtió Ryan Hall, un corredor de fondo retirado de EU. “Físicamente hablando, es muy difícil para los corredores de élite de maratón bajarle un minuto a su tiempo. Que con solo ponerte un par de tenis puedas correr dos minutos más rápido es alucinante”, dijo.
Ninguna zapatilla en el mercado genera más energía de la que un corredor pone en ella, pero los corredores profesionales han mostrado interés en recuperar algo de la fuerza ejercida en cada zancada. Durante décadas, las compañías de calzado han trabajado para alcanzar la máxima eficiencia, produciendo muchas innovaciones pequeñas y algunas grandes.
Esta nueva clase de tenis es un ‘salto’ único en una generación, según ingenieros y atletas. Y los resultados lo demuestran: los cinco maratones más rápidos se han corrido con tenis Nike con la tecnología Vaporfly (una lista que no incluye el récord de Kipchoge debido a la reglamentación de la IAAF respecto a los tiempos oficiales). Estas zapatillas se están volviendo cada vez más populares entre los corredores casuales que pueden darse el lujo de pagar 250 dólares.
“Al menos para el nivel profesional, es justo decir que este momento marca una transformación en la definición del tenis para correr maratones”, afirmó Carson Caprara, director senior en Brooks Sports. “Al ver de primera mano el impacto de las zapatillas en los atletas, todos se moverán rápidamente por sus corredores”, agregó.
Hay mucha información errónea circulando sobre los zapatos. Por ejemplo, los llamados ‘detectives de internet’ aseguraron haber desenterrado una antigua patente de Nike que los hacía sospechar que las zapatillas utilizadas por Kipchoge tenían tres placas de fibra de carbono (en realidad, solo tienen una). Otros se aferraron a la física de la placa, diciendo que actúa como un resorte cuando, en teoría, la espuma en todas las zapatillas deportivas actúa como un resorte.
Aunque Nike ha estado bajo los reflectores por este tipo de zapatillas, no es la única empresa que las fabrica. Hoka lanzó sus propios zapatos ‘chapados’ en fibra de carbón a un precio de venta de 180 dólares en mayo; el modelo Hyperion Elite de Brooks se venderá en 250 dólares cuando llegue al mercado en 2020, y Saucony ha estado trabajando en su versión, el Endorphin Pro, durante más de dos años. Hay muchos otros, incluidos algunos prototipos usados por corredores de élite.
“Todos nos conocemos, hasta cierto punto”, contó Spencer White, jefe del laboratorio de rendimiento humano de Saucony. “Es raro que alguien haga algo que otra compañía no haya trabajado o pensado”.
Sin embargo, los avances de Nike le han permitido estar en la vanguardia de dicha competencia. No obstante, el tema ético aún permanece a debate.
“¿Es realmente justo? Kara Goucher (una corredora de fondo de EU) perdió su lugar en el equipo para los Juegos Olímpicos de 2016 por 65 segundos. Dicen que estos tenis marcan una diferencia de 90 segundos a dos minutos en un maratón. Entonces, ¿perdió la oportunidad de competir en las Olimpiadas solo porque no corría con tenis Nike?”, criticó Hall, quien aún ostenta el récord de medio maratón en EU, que consiguió con unas zapatillas Asics.
La reglamentación establecida por la IAAF sobre la tecnología en los tenis es ambigua: los zapatos “no deben ser construidos para darles a los atletas asistencia o una ventaja injusta”. A raíz de la controversia sobre los zapatos de Nike, el Comité Técnico de la Federación formó un grupo de trabajo de atletas, científicos y expertos en ética para ayudar a aclarar las reglas, cuyo juicio se espera para finales de este año.
“Está claro que algunas formas de tecnología proporcionarán a un atleta asistencia que es contraria a los valores del deporte”, apuntó la IAAF en un comunicado. “El desafío para la IAAF es encontrar el equilibrio adecuado en las normas técnicas entre el fomento del desarrollo y el uso de nuevas tecnologías en el atletismo y la preservación de las características fundamentales del deporte: accesibilidad, universalidad y equidad”.
Nike recientemente dio por concluido un programa para corredores de larga distancia después de que la Agencia Antidopaje de EU suspendió a uno de sus entrenadores. Además, una corredora del programa alegó que un régimen de entrenamiento excesivo destruyó su salud. La empresa respaldó al entrenador y señaló que investiga la declaración de la corredora.
Las carreras pueden estar teniendo una especie de ‘momento’ justo como el que experimentó la natación hace una década, cuando Speedo presentó un traje de baño de cuerpo completo. Las imitaciones aparecieron rápidamente, y se rompieron más de 100 récords mundiales, lo que llevó a algunos a comparar el uso del traje con el dopaje. La Federación Internacional de Natación, el órgano rector de la natación, votó abrumadoramente en 2009 para prohibir los trajes de alta tecnología, imponiendo restricciones sobre los materiales y la cantidad del cuerpo que podrían cubrir.
Los fabricantes de tenis esperan que la IAAF no siga esos pasos dado que Nike, por ejemplo, realizó ventas en 2018 por 40 mil millones de dólares. Otras compañías más pequeñas, como Brooks, reportaron ganancias récord de 644 millones de dólares el año pasado. Estas empresas, en gran medida, no están sujetas a las restricciones de la IAAF y quieren seguir mejorando sus zapatillas con la última tecnología.
A medida que sus rivales más pequeños se apresuran a igualar lo que ya está en el mercado, Nike está presionando para encontrar la próxima gran innovación.
“No estamos en el negocio de cambiar las reglas, estamos en el negocio de ayudar a los atletas a encontrar su grandeza”, señaló el director de diseño, John Hoke. “Si los atletas con los que trabajamos son capaces de hacer hazañas que son únicas para ellos, entonces hemos hecho nuestro trabajo”, detalló.