Delitos de Alto Impacto, la violencia a la que no nos debemos acostumbrar

Maestro José Moisés Herrera Saldaña, columnista Platino
Maestro José Moisés Herrera Saldaña, columnista Platino

Causa Común es una Asociación Civil con reconocimiento nacional e internacional, es uno de esos esfuerzos de participación ciudadana, que debido a su profesionalismo, se deben alentar, ha generado múltiples estudios años con año, y en recientes fechas público un estudio denominado “Galería del Horror: atrocidades registradas en medios periodísticos, Enero-Mayo 2021”. Atrocidades no es un termino legal, pero cumpliendo con un estándar necesario de todo estudio, objetiviza el concepto al delimitar que atrocidad es un acto o evento en el cual exista “uso intencional de la fuerza física o poder para causar maltrato, desfiguración extrema o destrucción del cuerpo, para causar muerte de un alto numero de personas: y/o para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político”, incluye elementos como multitud de victimas, feminicidio, terrorismo, etc.

Bajo esta premisa en el estudio que comentamos, señala que nuestro Estado registro  194 eventos de ese tipo, lo que no pone en el primer lugar nacional en incidencia de acuerdo al estudio.

Es importante señalar que el Estado maneja indicadores objetivos que ya se encuentran en el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública, en los cuales se observa que la entidad ha disminuido varios indicadores delictivos, entre ellos los homicidios dolosos, principal indicador a nivel global de la violencia en una comunidad, ello habla de un trabajo permanente, que obviamente la sociedad demanda  y que hace que las autoridades estén dedicadas a buscar la contención y disminución de estos delitos; pero es importante tomar en cuenta el estudio de causa en común, pues al margen de que muchos lo pueden interpretar como un “golpeteo político”, creo que todo estudio ayuda a visualizar las problemáticas desde diferentes ángulos, y en este caso así es.

Se debe analizar porque estos ilícitos siguen sucediendo de esta manera, es evidente y mucho se a hablado de ello, que de inicio obedecen a una “guerra” entre organizaciones delictivas, y eso ha hecho que muchos actores políticos saquen de la chistera frases como “se matan entre ellos”, lo hacen para “mandarse mensajes intimidatorios entre grupos delictivos”, buscando influir en la percepción pública, y no puedo negar que les asiste parte de razón, el numero de las llamadas victimas colaterales es muy bajo, y afortunadamente no hemos enfrentado eventos como el reciente en Reynosa, de ejecuciones al azar por parte de grupos delictivos, pero no es la única respuesta, ni causa directa.

La delincuencia organizada realiza esos actos porque le son convenientes, eliminan competencia directa, intimidan efectivamente a sus rivales (o los incentivan a una guerra), pero además es innegable que infunden terror en la población y en las autoridades involucradas, pues los delincuentes siempre llevan ventaja al ser difícil identificar a todos, y al obviamente haber planeado la acción, con rutas de entrada y salida, lo que complica la reacción oficial ante eventos de este tipo. Ese mensaje es el que se soslaya, estos eventos tienen  precisamente ese efecto, un impacto amplio, en medios, en estudios oficiales o no gubernamentales, y un efecto expansivo en la percepción ciudadana, de la posibilidad de sufrir un atentado de este tipo, y de que la autoridad no puede hacer frente a los mismos.

Como ya comente, las “atrocidades” o delitos de alto impacto son de las conductas mas difíciles de disuadir de manera directa, por ello las autoridades en todos los niveles, además de aumentar su presencia y dificultar los mismos, debe buscar otras políticas que incidan en al delincuencia organizada, si detener a sus estructuras de base, si patrullar (con apoyo de trabajo de inteligencia), pero sobre todo para las autoridades federales y estatales, golpear sus estructuras económicas, cadenas de mando, de complicidad social y gubernamental donde las haya; sino cambiamos de estrategia, los resultados no cambiarán, y no nos debemos acostumbrar a la violencia, la seguridad es un derecho humano que se nos debe procurar.