Sí, hay que mejorar en nuestro país, de hecho, considero yo que fue la enorme cantidad de cosas que necesitaban urgentemente arreglo lo que hizo que 30 millones de personas votaran por el gobierno que tenemos ahora.
Yo sí creo, y digo creo porque nada me consta, que en los contratos del aeropuerto de Texcoco había corrupción, también creo que la había en las estancias infantiles y en las compras de medicinas, y mi creencia se funda en la enorme y desfachatada corrupción que imperaba en nuestro país en el sexenio pasado. Sin embargo estoy segura y aquí sí tengo la seguridad, que la forma en que se abordaron estos casos de corrupción fue totalmente equivocada.
¡Qué diferente hubiera sido nuestra historia si el Gobierno entrante hubiera realizado las auditorías necesarias para acreditar la corrupción en todos estos casos, contando con las pruebas hubiera corregido el rumbo, sancionado a los que habían comedido los actos de corrupción y establecido metodologías de transparencia y rendición de cuentas que garantizaran la no repetición de las corruptelas! Tendríamos un aeropuerto de primer nivel y estancias infantiles y medicinas, depurados de la corrupción que seguramente los contaminaba.
Pero no, las cosas no fueron así, se prefirió acabar con todo, quemar la casa para acabar con las cucarachas, arremeter contra los avances y dejar la acusación de corrupción solamente como tal, una acusación sin probar, sin acreditar y sin sancionar culpables. Total, perdimos todos, porque nos quedamos sin los servicios y no hubo castigo a los corruptos, ni recuperación de activos ni garantías de no repetición. Lo único que hubo fueron demostraciones de actos de autoridad más de carácter vengativo que administrativo.
¿El Gobierno está gobernando o se está vengando? Pregunta que debemos tener muy presente cuando ahora hablamos del INE y el plan B. Al no poder desaparecer el Instituto por estar contemplado en la Constitución, y que no les alcanzan los votos para modificarla, entonces el plan es que exista, pero asfixiarlo administrativamente, con reformas que permitan disminuir el presupuesto, reduzcan sus campos de acción y lo vuelvan prácticamente inoperante, buscan un INE vivo pero en coma, porque no pudieron matarlo, pero no quieren que sobreviva. Es otra vez una decisión de venganza, es la revancha por no haberle dado la victoria en 2006 ni en 2012, una deuda que ha esperado muchos años para cobrar, pero que de nueva cuenta quienes la pagaremos seremos todos los mexicanos.
El INE sí sirve, sí funciona, tiene muchas cosas que corregir, como todo, pero no es destazándolo como va a mejorar. El INE ha permitido la alternancia en nuestro país como algo cotidiano, le ha dado al voto el poder de sacar del gobierno a quien no convence a la ciudadanía. Todavía más extremo, nos ha dado reglas claras que han permitido ya en muchas ocasiones y por todo el país, la alternancia, sin violencia, sin caos, sin sangre.
A través del INE el voto nos ha defendido de los malos gobiernos, es momento de que ahora nosotros defendamos al voto defendiendo al INE.