“¿De qué se quejan? Tienen todos los derechos…”

"Reitero el llamado urgente a la no regresión en las políticas públicas: La agenda y el enfoque de derechos humanos para las personas de la diversidad sexual y de género"

Subsecretario de Diversidad Sexual y de Género, del Gobierno de la Gente del Estado de Guanajuato. Psicólogo comprometido con las causas humanas. Guanajuatense con Corazón de León.

Bueno, es una pregunta más, de entre tantas, aunada a comentarios que se siguen escuchando en el 2025, respecto a las personas con orientaciones sexuales, expresiones e identidades de género no normativas, y disidentes.

No puedo no ser técnico, porque, por limitarnos tantas a veces a serlo quienes no somos personas heterosexuales o cis, hemos tenido que cargar con las consecuencias de escuchar muchos términos e ideas despectivas y peyorativas, que, con o sin esa intención, acumulan violencias sistemáticas a nuestros procesos de vida…

A las mujeres lesbianas, hombres gay, personas bisexuales, personas trans, intersexuales, queer, y muchas otras con orientaciones sexuales, expresiones e identidades de género no normativas, se nos considera por diferentes instancias internacionales y nacionales, como el Alto Comisionado de la ONU por los Derechos Humanos, y el CONAPRED, entre otras, dentro de los grupos que social, histórica, estadística y culturalmente hemos sido sujetos de discriminación.

Y, por cierto, quiero reiterar qué dije: Hablé de grupo discriminado, que es analógicamente lo mismo que decir vulnerado. Se nos ha referido como “grupos vulnerables” incluso en leyes, normas y reglamentos… Pero lo cierto es que no somos vulnerables per se, lo que nos vulnera e incluso nos ha matado, son los estereotipos y los estigmas que nutren a los prejuicios que nos han acompañado, y que parecen ser complejos de erradicar, pero insisto, y lo diré hasta el último de mis días, no imposible.

Hablar de sexo biológico y de género no es lo mismo, porque el primero hace referencia a características diversas como a los cuerpos sexuados de las personas; y a más particularidades biológicas (genéticas, hormonales, anatómicas y fisiológicas) a partir de las cuales las personas son clasificadas con sexos determinados al nacer como machos, hembras e intersexuales de la especie humana. Y la ciencia ha comenzado a hablar de más sexos biológicos…

Por otro lado, hablar de género, es conceptualmente totalmente distinto, porque este es una construcción social, y hace referencia a capacidades, cualidades y comportamientos que concentran a los atributos que las sociedades han asignado a las personas según su sexo de nacimiento en distintas culturas y épocas. Sin embargo, al ser una construcción social, el concepto de “género”, ha sido mucho más amigable para las personas que no han podido identificarse con la alineación biologicista que desde distintos sectores han querido seguir posicionando para limitar al género en la dicotomía hembra-mujer / macho-hombre.

No… Ninguna persona nació con una nota integrada de instrucciones pegadas a su cuerpo que dijera, que por las determinadas características corporales o genitales visibles debía alinearse a los determinados comportamientos asignados según su sexo biológico, tampoco la nota inexistente pudo hacer referencia a los juguetes y juegos, valga la redundancia, a los que en su infancia debía jugar. Tampoco, esas visibles características traían consigo integrada a la orientación sexual que estipulaba hacia qué personas sentiría determinada atracción sexual, erótica o afectiva en algún momento de su vida. Por cierto, tampoco la inexistente nota podría haber integrado los colores ni las ropas que debería usar.

Hemos perpetuado un sinfín de estereotipos que han limitado la expresión, vivencia y libre identificación del género, que se ha traducido en afectación psicológica al impedir el libre desarrollo de la personalidad.

Se ha buscado opinar respecto a orientaciones sexuales, expresiones e identidades de género desde aristas que no tienen en su propia naturaleza el enfoque ni las herramientas formales para su análisis y su estudio, y por tanto, desde distintas religiones, y criterios de “moralidad” no cuestionados y perpetuados se ha literalmente juzgado incluso a la salud mental de quienes no se identifican con el género asignado socialmente por razón de sexo de nacimiento, o bien, de las personas que no somos heterosexuales.

Contra la discriminación, siempre la información

Recordemos los argumentos sin sustento de Hitler en la Alemania Nazi que lo llevaban a justificar las muertes y reiterados y crueles atentados contra los derechos humanos de las personas judías…

Recordemos los estigmas que amplios sectores de Estados Unidos llegaron a tener respecto a personas afroamericanas, que les llevaban a impedir el uso del mismo transporte público o de los mismos retretes durante la década de los 60’s.

Eso era discriminación, pues discriminación es toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional, y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o más de los siguientes motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud o jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, la orientación sexual, la identidad de género, la expresión de género, las características sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro motivo (CONAPRED, 2016).

¿Cuántos de los verbos de la cita de CONAPRED respecto al concepto de “Discriminación” han sido ejercidos en contra de las personas de la diversidad sexual y de género en el mundo, en México y en Guanajuato a lo largo de la historia?

Por ello es que, en la Subsecretaría de la Diversidad Sexual y de Género, de la Secretaría de Derechos Humanos, del Gobierno de la Gente del Estado de Guanajuato, estamos operando un ambicioso programa de sensibilización y capacitación para los ayuntamientos, y para todas las dependencias de la administración pública estatal, y en diferentes espacios de la sociedad civil organizada que nos han estado llamando y solicitando de nuestra guía y acompañamiento.

Son varias atribuciones de ley a las que estamos dando cumplimiento todos los días, y en la responsabilidad y el ejercicio de mis obligaciones, escribo estas líneas con la convicción de hacer un llamado al respeto y a la protección de los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual y de género en Guanajuato. Nuestra gobernadora Libia Denisse, ha sido clara y enfática desde el momento previo a su gobierno, en que comunicó la creación de la Secretaría de Derechos Humanos, que, ninguna persona, incluyendo las pertenecientes a las poblaciones de la diversidad sexual y de género, estarían fuera de la agenda de este gobierno.

Los posicionamientos peligrosos

Actualmente hay posiciones como las de Trump, Milei, Putin… Y en Guanajuato también las hay respecto a las disidencias cisheteronormativas: Una diputada hace pocos días escribió “A favor” en una publicación que hacía referencia a la postura dicotómica respecto al género desde la perspectiva biologicista del Presidente actual de Estados Unidos.

Estos posicionamientos políticos, olvidan que desde 1973 la Asociación de Psiquiatría Americana, eliminó a la homosexualidad, lesbiandad y bisexualidad de la lista de patologías mentales. Posteriormente, el 17 de mayo de 1990 lo hizo la OMS.

También, hay que recordarles que, previo a 2019 la OMS ya discutía la despatologización de las identidades de género trans y disidentes, y en 2022 entró en vigor.

Pero estos posicionamientos políticos poco se cuestionan de las consecuencias que su comunicación ejerce en contra de las poblaciones de la diversidad sexual y de género, y mucho menos demuestran estar en conocimiento de los problemas sociales, incluyendo el de salud pública, que acarrea su rechazo y discriminación estructural: Según datos aportados por la organización internacional especializada en la prevención del suicidio The Trevor Project, el 53% de las personas LGBTI+ de entre 13 y 24 años que habitan en México, consideró suicidarse en 2023. Dicha cifra incluye a dos terceras partes de personas trans y no binarias, y el resto jóvenes cisgénero (cuya identidad de género y sexo son coincidentes al nacer)

El medio “Reporte Índigo”, compartió que este colectivo, según The Trevor Project, el grupo de 13 a 17 años proyectó las tasas más altas de ideación suicida con 57%; y el 34 por ciento del total de esas personas jóvenes, sí intentó quitarse la vida.

Por ello reitero el llamado urgente a la no regresión en las políticas públicas: La agenda y el enfoque de derechos humanos para las personas de la diversidad sexual y de género, no sólo ha salvado vidas, lo ha logrado porque es el único que ha reunido el trabajo interdisciplinario para trabajar por la dignidad humana de las poblaciones LGBTI+.

En Guanajuato cuidaremos el principio de progresividad que nos establece la Ley para las Personas de la Diversidad Sexual y de Género del Estado de Guanajuato y sus Municipios. Sin marcha atrás.

¡Nos leemos la próxima!