León Gto., a 8 de octubre de 2021.- En el Códice Florentino existe una pregunta que nos da pistas sobre la intención de entender cómo debemos proceder en cuanto a la muerte de un ser querido: “¿Quién puede hacer que una hora o un día sean alargados a nuestra vida presente en este mundo?”. La respuesta por supuesto es compleja. Y le antecede una petición para tomar ánimo, no dejar de comer y beber para que se calme el corazón por aquella gran pena: uno queda en la orfandad y pobreza por el difunto. Pero uno no debe amilanarse porque siempre hay alguien, la familia, los amigos, que viene a consolar con estas pocas palabras.
El ritual ancestral entonces tiene diversas vertientes según la cultura prehispánica de los habitantes del gran territorio conocido como Mesoamérica, pero también en la poco explorada Aridoamérica donde grupos como los guamares, los cazcanes, los guachichiles, entre otros, tenían rituales distintos en torno a la muerte.
Con la llegada de los españoles extremeños por principio se reconvirtió el ritual prehispánico con la filtración del catolicismo que tiene otro concepto de la muerte vencida por la resurrección de Cristo pero que muchos de sus practicantes ignoran a cabalidad.
En nuestro tiempo si bien se tiene el marcaje del Día de Muertos como una de las fiestas principales del país, no deja de llamar la atención que la cosmovisión mexicana se ha visto reacondicionada con la inserción cultural de la fiesta de Halloween. Asunto que, desde siempre, trastoca nuestra tradición en el Bajío mexicano…
Muestra de lo que pasa entonces alrededor nuestro, en la citada materia cultural, se presenta en temporada la comedia De muertos y tragones están llenos los panteones. Monólogo en un acto de Daniel Trujillo bajo la dirección de Jorge Falcón con la actuación de María Zúñiga en Bendito Theatro Café, calle Juárez No. 319-A, Centro Histórico de la Ciudad de León, los viernes de todo noviembre a las 21 horas, 60 pesos la entrada.
La bien planteada farsa nos coloca ante una mujer, ya muerta, pero en suma curiosa e impertinente, que “quiere saber todo lo que pasa a su alrededor”. A dicha muerta le da por esconderse de una turba al igual que de una o varias patrullas que aparecen para aprehender a alguien o a algo en el plano mortal. Allí “dialoga” con un quieto e interesado auditorio que logra asomarse a su tiempo-espacio para enterarse todo lo que ha vivido: la pérdida del marido, por ejemplo, que la llena de nostalgia mientras baila, viaja, con música de Luis Arcaraz.
El personaje, bien plantado en el escenario, es firme y preciso, creíble pues, como también agradable y misterioso ya que nos pasea por situaciones reales y pertinentes que desembocan en la realidad que vive. No es acartonado como tampoco remeda lo que los mortales tenemos e imaginamos a diario. Es decir, mantiene la tensión porque nos reconocemos en sus penurias y nos lleva de la mano a la risa educada. Así que el trabajo actoral de María Zúñiga es sincero porque hace lucir la dramaturgia con el encanto que le da su condición histriónica. Nos consuela con sus palabras.
De igual manera el pequeño formato que nos ofrece la agrupación que la respalda, Colectivo Teatral, es generoso y adecuado ya que no necesita la parafernalia de las producciones chocantes que a veces los grupos locales adquieren para sentirse importantes, como la malograda Príncipe Guarjol ganadora del Programa Nacional de Teatro Escolar en León (2019-2020), que apela a la búsqueda de identidad llena de auténticos clichés y que a final de cuentas es un gag largo donde lo niños consumen teatro maruchan.
No sucede con el monólogo comentado ya que tiene bien medido su tiempo teatral: interpretación, luces, sonidos incidentales, música, ambientación, vestuario. En general la producción, si bien es modesta, está bien plantada en escena pues cumple con su objetivo y arraiga muy bien con el público espectador.
Entonces, el Colectivo Teatral, desempeña a cabalidad su ser y quehacer: invitar a los artistas independientes y profesionales en su rubro a participar en montajes teatrales auténticos y que signifiquen a los espectadores y sumen a la escena teatral nuestra ya que los grandes foros, hablamos de los recintos institucionales como el Doblado, el Grever, el García Téllez y el Gante, están condicionados a la ley de la oferta y la demanda donde las más de las veces son inalcanzables sus rentas para los teatristas locales. Por eso la ebullición natural de los foros independientes que se la juegan a diario en tiempos del Covid-19 en esta Nueva normalidad.
Por eso cabe mencionar que foros alternos como Bendito Theatro Café son indispensables ya que nos ayudan a dar vida a la política cultural desde la independencia de creación y de obra sin pedir permiso a nadie más, sólo a las musas.
De muertos y tragones están llenos los panteones. Monólogo en un acto merece ser visto. Haga su reservación vía mensaje a los teléfonos móviles: 477.702.80.43 y 477.592.25.94. El aforo es limitado según el Semáforo sanitario (ahora en Amarillo).