En los últimos cuatro años se han suscitado en nuestra ciudad diversos hechos delictivos como consecuencia del alto índice de desarrollo económico y expansión comercial de nuestra plaza y ha sido más destacada la actividad inmobiliaria, como la compraventa de terrenos, la construcción y venta de departamentos y casas, así como en general la creación de nuevas zonas habitacionales y fraccionamientos.
Con motivo de este acelerado crecimiento, la oferta y la demanda de predios aumentó, sumándose a ella la comercialización de diversos inmuebles como bodegas industriales, fábricas, edificios, casas y terrenos como sedimento de las crisis económicas de 1995 y de 2009 que concluyeran en litigios cuyas garantías hipotecarias o embargos obtenidos fueron rematados.
Todo este fenómeno socioeconómico aunado a las incipientes reformas y reestructuración de los Registros Públicos tanto de la Propiedad y del Comercio, como del Catastro Municipal y el cambio de los sistemas del registro y protocolo Notarial, formaron el ambiente propicio para que bandas bien organizadas de defraudadores hicieran de las suyas.
Inclusive, se llegó a contar con la participación de profesionales del Derecho en la integración de estos grupos delictivos sospechosamente en contubernio con algunos servidores públicos, dada la mecánica de su operación criminal. El ejemplo más palpable ha sido el de la organización inmobiliaria y de abogados Punto Legal.
La resistencia y el cuidado que normalmente ponemos al realizar este tipo de transacciones las dejamos de observar cuando interviene un Notario Público y la compraventa se realiza mediante un contrato; no obstante siguen ocurriendo suplantaciones y falsificaciones.
POR LO ANTERIOR, CONSIDERAMOS OPORTUNO ATENDER LAS SIGUIENTES RECOMENDACIONES:
1.De preferencia, conocer, pedir referencias e identificar plenamente el domicilio de quien nos pretenda vender o comprar.
2.Seleccione al Notario Público de su confianza y no el que le recomiende el otro contratante.
3.Procure tratar con el directamente interesado o propietario; en el caso de quienes actúan con poder, asegúrese de su identidad y su vigencia; y si es posible del domicilio del poderdante y del apoderado. Investigue y pregunte el motivo por el cual no interviene directamente el propietario.
4.Independientemente de la aportación de los certificados de libertad de gravamen que obtenga el Notario Público, indague en el Catastro Municipal qué registro actual tiene el propietario, coincida con la escritura y que no haya anteriores registros sobre el mismo bien inmueble a nombre de otras personas y que tengan hipotecas o gravámenes pendientes.
5.Asegúrese de que el Notario Público seleccionado sea el que asista al lugar del inmueble para hacer entrega-posesión física del terreno o propiedad, y no solamente lo agreguen de “machote” en las cláusulas del contrato.
6.Pague o que le paguen con cheque nominativo o certificado y para depósito en cuenta del beneficiario, o mediante transferencia bancaria.
7.En caso de duda o temor consulte a su abogado.
Y mucha suerte en su contratación.
            
		






