Ahora sí, comienza la cuenta regresiva para la realización de la Revocación de Mandato. El primer ejercicio de esta naturaleza en nuestro país, que no ha estado exento de discusiones de todo tipo. El próximo 10 de abril, tendremos un resultado que habrá de ser objeto de mucho análisis, interpretaciones y de consecuencias políticas.
Existen muchos escenarios posibles, pero hay algunos aspectos de estos escenarios que ya están dados desde ahora y otros que dependerán de los resultados. Retomemos algunos de ellos para un análisis a priori de la Revocación de Mandato.
LO QUE YA ESTÁ
Un aspecto que lo conocemos prácticamente desde la aprobación e inicio del proceso de la Revocación de Mandato es que los principales interesados en su realización son el presidente, su partido y simpatizantes. Desde su perspectiva, a estas alturas del sexenio se daría una nueva competencia político-electoral que le permitiría retomar el respaldo popular en las urnas para cerrar su administración y ganar impulso para el 2024.
Otro aspecto que se ha enfatizado en los días recientes es que todo lo que salga mal es culpa del INE. A lo largo del proceso ha existido una tensión entre algunos consejeros y el presidente por diferentes puntos, pero al final todos los aspectos negativos se le atribuirán al INE. Ciertamente es el responsable de su organización, pero tampoco puede ser una institución a modo para realizar estas actividades.
Otro aspecto que se sabe de antemano, derivado de las preferencias de los interesados en participar de la revocación es que el resultado se inclinará por la continuidad del presidente, es decir, la mayoría de los votos serán para que siga el presidente. Las distintas encuestas desde mucho tiempo antes ya lo habían señalado; por esa razón, se cuestionaba que se llevara a cabo porque no hay en la opinión pública una percepción negativa que lo avalara.
LO QUE NO ESTÁ
Ahora vayamos a los aspectos que no están definidos de la revocación y que serán muy importantes para su análisis y las acciones posteriores de los principales actores políticos.
El primero de ellos y el más relevante es el porcentaje de participación ciudadana que tendrá la jornada de la votación. Todavía en estos momentos son solamente especulaciones el nivel de participación ciudadana. A pesar de eso, debemos considerar los distintos escenarios que pueden darse.
Una participación que esté alrededor del 40% de la lista nominal, es decir, más de 37 millones es el escenario con menos posibilidades. No existe en estos momentos algún indicio que nos pudiera llevar a considerar esta posibilidad. Con lo anterior, la revocación no llegaría a ser vinculante.
Una participación que oscile entre el 16 y el 25% de la lista nominal como lo contempla la encuesta de El Financiero (5/04/2022) que son aproximadamente entre 14 y 23 millones de electores podría ser considerado como un éxito que bien podría ser exaltado por el gobierno mostrando el interés del pueblo y el respaldo para el presidente.
Si la participación fuera entre el 10 y 15%, que equivale, más o menos, a 9.5 y 14 millones de ciudadanos todavía podría ser considerado como positivo porque superaría la votación de la consulta popular del año pasado, sin embargo, sería fácilmente señalado el INE que desde la perspectiva del presidente puso obstáculos para su promoción.
Si la participación está por debajo del 10%, en otras palabras, menos de 9 millones de electores, comenzarán a predominar las lecturas de que los ciudadanos no se interesaron por la revocación y los señalamientos vendrán sobre el presidente y este a su vez, sobre el INE.
Esta revisión de la participación también tendrá que verse por entidades porque hay varias donde la participación debería ser mayor por concentrar un voto preferente por el presidente, como: Tabasco, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Ciudad de México; en cambio, hay entidades donde se esperaría una menor votación como: Guanajuato, Nuevo León y Aguascalientes.
Por último, desconocemos las acciones que emprenderán los principales actores políticos después de su lectura de la Revocación de Mandato. Una cosa son las declaraciones y otras las acciones que llevarán a cabo, eso no lo podemos anticipar hasta que no se concluya el proceso. Se podría intensificar la polarización o solamente podría quedar en un intercambio de acusaciones y amagos, pero ya enfocándose en las próximas elecciones locales.
El próximo 10 de abril saldremos de dudas y veremos qué es lo más importante que resaltan los actores políticos de nuestro país.