Lo veo y no lo creo. La clase política de este país se desgarra las vestiduras por sacarle raja a la pandemia y aunque suelen decir que tenemos el gobierno que merecemos, uno se pregunta ¿de donde más pueden salir nuestros gobernantes, si no es de la clase política? Esa que tiene la piel mas gruesa que un elefante y que parece no tener ni emociones, ni sensaciones humanas, sin duda son unos seres humanos que se cuecen aparte.
Entiendo y sé que la sociedad se siente agraviada por el monto tan alto que reciben los partidos políticos para sus campañas y también se que Morena ha propuesto en la Cámara de diputados donar la mitad de los recursos que reciben de recursos públicos. Creo que es una buena propuesta, pero se corre el riesgo de que se amplíen de manera súbita los donativos que reciban, y esto pudiera generar intereses privados de diversa índole que se tengan que subordinar al interés superior de la patria.
También he visto con mucho desagrado que dicho partido político ha tomado como sustento de su propaganda el que va a donar la mitad de los recursos que reciba para comprar vacunas contra la COVID 19. Esto pudiera parecer una obra de gran sentido humano para nosotros los mexicanos, sin embrago este aparente acto de buena fé puede tener diversos inconvenientes, como pueden ser los siguientes factores que generan mucha desconfianza:
- ¿Qué organismo u organismos, como terceros, que reúna diversos requisitos -credibilidad y procesos aceptables entre otros-, van a auditar que realmente los recursos destinados a la adquisición de la vacuna sea el 50% de los ingresos que reciba dicho partido?
- Seguramente van a querer utilizar su logotipo, ya sea en la jeringa de la vacuna, en los puestos de vacunación o en todos lados como acto de promoción partidaria y de sus candidatos.
- El presidente, decidió, sin definirse en ley o decreto alguno, -pues “la mañanera” no es órgano oficial de comunicación-, que nadie podía adquirir la vacuna más que el Gobierno Federal. Explicó que lo hacia para evitar malos manejos de los particulares, por lo menos en la etapa de vacunación para la mayoría de los mexicanos. Por lo tanto la adquisición de estas vacunas por parte de Morena, ¿es una afrenta al presidente por parte de su partido, o serán de esos acuerdos que se dan por debajo de la mesa?
La cuestión es que en época electoral, nadie se quiere quedar atrás, y uno se pregunta, ¿las acciones del gobierno de los tres niveles, son para apoyar a la población o son para jalar agua para su molino?
Y es que sucede que pareciera que ya estamos en precampaña, resulta que la administración municipal de León decide apoyar a la población con el llenado de tanques de oxigeno y otras acciones más, que tienen que ver con la movilidad social. Viendo lo anterior, salta a la duda ¿por qué estas acciones que tienen que ver con la movilidad de la población no han sido tomadas en lugares y momentos álgidos vividos el año pasado? Por ejemplo, cuando fue la liguilla del futbol mexicano y se vivieron 3 semanas de mucha algarabía y felicidad en donde la distancia social, el cubrebocas y el lavado de manos, junto con las autoridades municipales y sus acciones brillaron por su ausencia.
Tampoco hay acciones concretas de cuidados en los mercados públicos fijos y semi fijos como son la pulga, la línea, los locales de la zona piel y los outlets, en los que se ha visto una desorganización social, tanto de vendedores, compradores y visitantes. Es como si nos hubieran hecho inmunes al COVID19 en esas épocas, circunstancias y lugares descritos.
Hoy que los hospitales, panteones e incineradoras están hasta el tope es cuando tratan de tapar el pozo, tomando acciones emergentes. Es cuando uno vuelve a pensar que: “la clase política mexicana tiene la piel más gruesa que los elefantes, y en esto no hay racismo, todos ellos son iguales.