Guanajuato, Gto., 20 de septiembre de 2021.- El PRI condena el atentado con bomba en Salamanca y manifiesta su solidaridad con familiares de las víctimas fatales y con los heridos, pero también exige a la autoridad competente esclarecer con celeridad lo sucedido, y a los gobiernos federal y estatal aplicar los recursos que se requieran para prevenir este tipo de actos en la medida de lo posible.
El ataque debe ser investigado debidamente y con la mayor presteza, y en la sanción contra autores intelectuales y quienes lo perpetraron se debe actuar con firmeza para sentar un precedente de que hechos de este nivel de violencia no quedan ni van a quedar impunes.
Debe evitarse que la disputa por el territorio entre grupos de delincuencia organizada, de por sí con violencia extrema de por medio, se agrave aún más con el uso de explosivos en ataques a civiles, los cuales tienen un mayor impacto entre la población.
Hasta ahora imperan ejecuciones y asesinatos, muchos de ellos con dosis de violencia extrema, con el propósito de transmitir temor a sus rivales, pero con hechos como el acontecido en Salamanca el objetivo es generar temor y provocar incertidumbre entre la población en general.
Por eso es de suma importancia que no se repitan este tipo de atentados que podrían ser el principio de lo que podríamos denominar narcoterrorismo o terrorismo delincuencial. Ese debe ser el objetivo.
De ahí la importancia de que las investigaciones que ya inició la Fiscalía General del Estado (FGE) y que podría tomar la Fiscalía General de la República (FGR) si ejerce su facultad de atracción, arrojen resultados positivos a la brevedad, y que se proceda bajo la consigna de que en el esclarecimiento de lo acontecido este fin de semana no se deben escatimar recursos de ninguna índole.
También es de suma relevancia que los gobiernos federal y estatal den a la población certeza de que, con carácter de urgente, se tomarán medidas para reforzar tareas enfocadas a prevenir actos que buscan sembrar terror entre la población.
El atentado que quitó la vida a dos civiles e hirió a cuatro más, evidenció la incapacidad del Estado mexicano para prevenir y afrontar bombazos como el ocurrido este fin de semana en Salamanca.
Lo ocurrido remarca que, hoy más que nunca, urge que en el combate a la delincuencia organizada cierren filas los tres órdenes de gobierno y que se fortalezcan tareas de inteligencia y de preparación de policías para afrontar atentados de este tipo, pero sobre todo para prevenirlos.