Después de participar en una charla vía Zoom (organizada por Medical Legal Center, que comanda Abraham Dávila ) a través de la plataforma “Yo SOY Médico 17” me contactó un especialista de la salud del Estado de México. Con su autorización explico en una líneas nuestra conversación tuitera, y cumplo con su petición de no revelar su nombre y apellido.
El lunes 4 de mayo hablé en la conferencia, desde casa, sobre el aumento del número de pobres en México: se estima que casi 5 millones de personas dejarán la clase media, entre abril y septiembre, por culpa del golpe económico que dejará el coronavirus.
Expliqué que esos nuevos pobres, y la clase media enardecida, por la falta de apoyos fiscales por parte del gobierno, irán a las urnas en 2021 a intentar quitarle la mayoría a López Obrador en la Cámara Baja.
También expliqué que aumentará la violencia, porque los cárteles de la droga han visto disminuías sus ganancias, y migrarán a otros métodos delictivos, como secuestro y extorsión; y que la necesidad aumentará los saqueos, los asaltos a casa habitación, transeúnte y en transporte público.
Hablé (permítanme la primera persona) del odio a los políticos después de la pandemia, porque no habrá alcalde, gobernador o político, incluido el presidente, que se salve del mal humor social. Y no es para menos, los tres jinetes del Apocalipsis nos visitaron en unos meses: emergencia sanitaria, tsunami económico, y escalada de violencia. En su descargo, ningún gobierno en el planeta estaba preparado para lo que estamos viviendo.
Rematamos con las elecciones de noviembre en Estados Unidos, las probabilidades de reelegirse de Trump o ser derrotado por John Biden, y después discutimos sobre los escenarios de las elecciones intermedias en 2021.
Argumenté que el bloque Morena, PT, PES (Partido Encuentro Solidario), y Redes Sociales Progresistas difícilmente será derrotado. Dejamos claro que en México se gobierna a través del presupuesto, y que difícilmente dejaría la mayoría en San Lázaro, la denominada Cuarta Transformación.
Llegó la sesión de preguntas y respuestas; ahí se me cuestionó sobre la oposición, y dije que no existe: El PRI está rendido, arrodillado al Presidente, porque no existe tricolor alguno que tenga liderazgo real, y que tenga fuerza social con “lengua larga y cola corta”. Los gobernadores priísta están al servicio Presidente López Obrador.
Y el bloque PAN/PRD/Movimiento Ciudadano está dividido; y lo peor, verán pulverizado su voto con la creación de México Libre: Es decir, entre el partido de Calderón, y la derecha, se dividirán los votos.
Ayer me buscó por la red social Twitter un atento médico ginecólogo, y me envió la más reciente encuesta de Consulta Mitofsky, que comanda mi amigo Roy Campos, donde únicamente logra el 48 por ciento de popularidad el presidente López Obrador.
Le respondí rápidamente con dos datos: el primero, en que debe leer las letras chiquitas, para poder interpretar dicho estudio. Fue levantado entre mexicanos con dispositivo móvil inteligente con acceso a internet. Es decir, es una medición digital.
El segundo, la liga para que observara la encuesta que había publicado horas atrás el diario El Financiero, donde la popularidad de AMLO se había ido al 68 por ciento. Ojo, le escribí, este muestro se hizo vía telefónica (móviles y fijos).
Me respondió en minutos: “tiene razón don Gustavo, no todos tienen acceso a internet en este país tan desigual, pero ya casi todos tenemos teléfono, y como las llamadas entrantes no cuestan ya, casi todos recibimos llamadas, más allá de si tenemos crédito o no. No así datos de internet, donde pagas o pagas con un plan, o recargas costosas en el Oxxo.”
Le pedí a mi interlocutor que viera oraculus.mx, donde se promedian todas la encuestas que miden la popularidad y rechazo a AMLO, donde se asegura que anda en 66 por ciento de aprobación de su gestión presidencial. Cerrando números, 7 de cada 10 siguen apoyándolo.
Concluyó el intercambio de mensajes, con un tono distinto del profesional de la salud: “Está cabrón quitarle la mayoría a AMLO, sigue super arriba en las encuestas, y la oposición no existe.”