La Dirección General de Salud Municipal recomienda fortalecer las acciones de prevención a través de la vacunación para evitar brotes de parvovirus canino en la ciudad.
Lo anterior ante la alerta sanitaria por un aumento de casos de la enfermedad en entidades del sureste mexicano como: Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo e incluso la isla de Cozumel.
En Tamaulipas, al norte del país también se han registrado reportes a través de la Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México.
Sin embargo, hasta el momento Guanajuato no ha sido señalado como un estado de alerta para el brote.
El parvovirus canino es una enfermedad viral que se le conoce como oportunista. Ataca principalmente a cachorros menores de 6 semanas, aunque también se encuentra su incidencia en cachorros mayores y en algunos adultos.
Uno de los factores predisponentes a esta enfermedad es la deficiencia inmune. La diferencia entre que viva o muera la mascota, será el grado de depresión inmunológica que tenga.
Para poder prevenir este padecimiento en los perros, la vacunación es la primera línea de defensa, aunado a un adecuado manejo sanitario (desparasitación, vacunaciones y una adecuada nutrición).
La medicina preventiva es la clave para detener un brote en camadas de cachorros.
Esta, es una enfermedad de distribución mundial y se vuelve más constante en el ambiente en temporada de calor y humedad, aunque no se descartan casos de parvovirus en temporada invernal.
La forma de transmitirse esta enfermedad es de manera fecal-oral o por ambientes y objetos contaminados, por lo que es importante tener cuidado con la mascota al salir a pasear a la calle, dejarlo en pet hoteles, pensiones y/o guarderías caninas, ya que pudieran ser un blanco de dicho virus.
Las personas que tienen albergues de mascotas, tienen a su cargo la responsabilidad de mantener las condiciones sanitarias del lugar para evitar esparcimiento de contagios en caso de que existieran. SIGNOS Los perros enfermos de parvovirus, en su gran mayoría vienen de alguna gastroenteritis de diversos orígenes (parasitaria, viral o bacteriana), por lo tanto es de diagnóstico diferencial complicado. En su mayoría cursa con diarreas “explosivas” hemorrágicas o no, típicamente con moco. En algunos casos pueden padecer vómito. Para llegar a un diagnóstico se realiza una prueba serológica que tiene una efectividad del 98% o de kit inmunológico tipo ELISA, ya que las pruebas rápidas no siempre son efectivas. Para un diagnóstico oportuno, así como para la atención de la mascota enferma es necesario acudir con un médico veterinario zootecnista para brindar la atención adecuada.