Llegar a diciembre siempre representa un reto para las familias mexicanas, en especial para la clase media. Es el mes de las fiestas, las compras, los viajes y los compromisos sociales, pero también de los gastos imprevistos y, muchas veces, del sobreendeudamiento. Este 2025 no será la excepción, aunque el contexto económico nos da luces y sombras que conviene entender.
El contexto económico actual
La economía mexicana ha mostrado un crecimiento moderado este año, con estabilidad en la inflación después de los picos registrados en la primera mitad de la década. Sin embargo, los salarios de la clase media no han crecido al mismo ritmo que los precios, y los ingresos disponibles siguen siendo ajustados.
El crédito al consumo está en expansión: las familias recurren cada vez más a tarjetas de crédito, préstamos personales y pagos a meses sin intereses. Esto alivia momentáneamente la presión, pero también puede convertirse en una trampa si no se administra con cuidado.
Además, el peso ha enfrentado episodios de volatilidad, lo que se traduce en encarecimiento de productos importados y en mayor incertidumbre para quienes dependen de bienes dolarizados, como tecnología, viajes o algunos insumos básicos.
El desafío de la clase media
Las familias de clase media se encuentran en una paradoja:
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Ganan lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas y mantener un estilo de vida aspiracional.
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Pero son altamente vulnerables a choques económicos: un aumento en la colegiatura, un gasto médico, el desempleo de uno de los miembros del hogar o simplemente el exceso de compras decembrinas puede poner en riesgo su estabilidad.
En este cierre de año, los principales desafíos para la clase media son:
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La presión del consumo estacional: regalos, cenas y viajes elevan el gasto corriente.
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El aumento del endeudamiento: muchas familias ya arrastran saldos de tarjetas y préstamos que podrían volverse inmanejables.
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La falta de ahorro sistemático: diciembre llega y se convierte en la prueba de fuego para quienes no planearon con anticipación.
Recomendaciones para llegar a diciembre con tranquilidad financiera
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Presupuesto realista: anotar ingresos y gastos, incluyendo los decembrinos, para evitar gastar de más.
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Evitar el crédito como extensión del ingreso: usarlo solo si hay un plan claro de pago.
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Separar el aguinaldo: destinar una parte al ahorro y no todo al consumo inmediato.
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Fondo para imprevistos: incluso un pequeño colchón puede evitar el uso de deuda en emergencias.
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Consumir con sentido: priorizar experiencias y necesidades sobre compras impulsivas.
Mirada hacia 2026
El próximo año seguirá siendo un reto para la clase media mexicana. La clave estará en la disciplina financiera y en aprender que el bienestar no depende de gastar más, sino de gastar mejor. Prepararse desde hoy para los gastos de diciembre es el primer paso para iniciar 2026 con menos deudas y más tranquilidad.