Agencias a 6 de octubre de 2023.-El eclipse solar que será visible en México está a la vuelta de la esquina, este 14 de octubre algunas personas podrán ser testigos de este gran fenómeno astronómico.
Cabe destacar que un eclipse solar se produce cuando la luna se interpone en el camino de la luz del sol y proyecta su sombra en la Tierra, de acuerdo con información de la NASA.
Eso significa que durante el día, la luna se mueve por delante del sol y se pone oscuro. Pero cuando oscurece la luz solar durante el día se le conoce como eclipse total.
Para hablarle a los niños de un eclipse es necesario advertirle de los riesgos de verlo de forma directa.
¿Cómo explicar el eclipse solar a niños?
Lo ideal es explicarle al menor la diferencia entre los tipos de eclipses.
El eclipse solar parcial es aquel en el que el Sol parece tener una sombra en una parte de su superficie, y se produce al menos dos veces por año, en algún lugar de la Tierra.
La NASA describe que un eclipse solar total es menos frecuente, ya que en promedio se puede ver solo durante unos minutos, cada 375 años aproximadamente.
En el eclipse solar total, según National Geographic, sólo se aprecia una corona de luz solar, pues la Luna está cubriendo el resto de la estrella.
Y un eclipse solar anular, que es el que ocurrirá el próximo 14 de octubre, la Luna bloqueará el Sol produciendo un anillo rojo brillante en el cielo.
Este tipo de eclipse al que también se le conoce como eclipse solar con “anillo de fuego” será mayormente visible en el oeste de los Estados Unidos, así como en partes de América Central y del Sur.
Otra forma es mostrarle videos educativos que sean aptos para ellos.
La importancia de hablar de los riesgos
Asimismo, es primordial que un niño conozca los riesgos de ver de manera directa este fenómeno.
Puedes dañar tu vista para siempre: Para ver un eclipse solar, utiliza gafas especiales para ver el sol. Puedes conseguirlas en una tienda de cámaras o en Internet. Las gafas para soldar también pueden servir, esto de acuerdo con un artículo de la NASA.
Exponer la mirada al Sol, sin la protección correcta, puede ocasionar desde cicatrices en la retina por quemaduras, hasta provocar ceguera parcial o permanente.
