Como todos sabemos se terminó por aprobar la Reforma de la Guardia Nacional; por la que, pasa a control administrativo y operativo de la SEDENA. No obstante, su futuro no es muy alentador lamentablemente para los propios mexicanos quienes somos los que padecemos la violencia y la inseguridad.
Su aprobación pasó muy rápido en el Congreso con el voto de los partidos Morena, PT y Partido Verde sin que la oposición pudiera bloquearla. A su aprobación hay que sumar la iniciativa del PRI por la que las Fuerzas Armadas podrían continuar en tareas de seguridad hasta el año 2028 con el beneplácito del presidente Andrés Manuel.
No es que se tanga una opinión negativa de la Guardia Nacional, sino que se trata de una valoración de las circunstancias que la rodean y que a continuación presentamos:
LA BATALLA LEGAL
Lo primero que tendrá que librar es la acción de inconstitucionalidad que promoverán los partidos de oposición ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Su posición consistirá en señalar que dichos cambios debieron realizarse a través de una reforma a la Constitución.
No se tratará de cualquier batalla y de nueva cuenta la Suprema Corte estará en el centro de la tensión política porque tendrá que pronunciarse y seguramente será objeto de la presión del presidente y de los cuestionamientos de los partidos de oposición.
En toda esta disputa legal tendrá que darse una armonización de los propios artículos de la Constitución y de las leyes federales que se refieren a las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional en su relación con la Seguridad Pública.
A simple vista parece muy complicado que la Reforma de la Guardia Nacional supere la acción de inconstitucionalidad para permanecer tal cual, pero no es posible adelantar las conclusiones de la Suprema Corte.
LA OPOSICION DE LA SOCIEDAD CIVIL
Podría darse que el presidente y la Guardia Nacional sigan pasando por encima de la resistencia y los recursos legales de los partidos de oposición, pero es un hecho que encontrarán una oposición férrea de las organizaciones civiles.
Estas organizaciones continuarán presentando análisis e informes de la actuación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad. Presentando recursos ante las instituciones y las que llevan a cabo movilización también lo continuarán haciendo porque no van a cambiar de posición ni le van a entregar al presidente un cheque en blanco.
En este sentido, la Guardia Nacional bajo el control de la SEDENA continuará bajo el asedio de #NoALaMilitarización.
LOS RESULTADOS
Tal vez la batalla más importante que enfrentará la Guardia Nacional sea la de los resultados y en este aspecto el presidente y sus colaboradores más cercanos están pasando por alto algo muy importante. La Guardia Nacional básicamente realiza tareas de vigilancia y disuasión, pero difícilmente se enfocarán en tareas de prevención de delitos como robo a casa habitación, extorsión, robo a transeúntes, etc. Este tipo de delitos que laceran a la sociedad y que provocan descontento sobre la situación del país no alcanza a ser abordado por la Guardia Nacional.
Tal vez el presidente pueda argumentar que eso ya sería responsabilidad de las policías locales, pero la prioridad y los recursos del gobierno federal se han concentrado en la Guardia Nacional. En este aspecto, el presidente podrá sentirse orgulloso de haber creado una institución con una disciplina militar, pero poco efectiva para resolver estos problemas.
EL TIEMPO TAMBIÉN HARÁ MELLA
Por último y no menos importante, el tiempo que se ha perdido en construir una estrategia consensada entre las distintas fuerzas políticas para hacer frente al crimen organizado en sus distintas modalidades también terminará afectando a la Guardia Nacional.
La seguridad seguirá en manos de los militares porque no se han creado ni fortalecido los cuerpos de seguridad con mando civil. El tiempo perdido se tendrá que recuperar y no serán dos o tres años.
OJALÁ TODO DIERA UN GIRO
Lo que arriba se ha señalado no es para presentar un pronóstico, sino que es el panorama en el corto plazo para la Guardia Nacional. No se antoja sencillo; por esa razón, sería deseable que todo diera un giro no solamente pensando en la Guardia Nacional sino para la solución de los problemas de seguridad que enfrenta el país que tanto lo necesita.