Agencias a 25 de noviembre de 2023.-El actor estadounidense Joaquín Phoenix, quien ganó un Oscar en 2019 por interpretar a “Joker”, ahora se convierte en uno de los personajes históricos más famosos: Napoleón. Dirigido por el reconocido director Ridley Scott (“Gladiador”), narra a través de la nueva cinta homónima la historia del militar y político francés que saltó a la fama durante la Revolución Francesa por dirigir exitosas batallas revolucionarias.
La cinta, que acaba de estrenarse en cines, ha generado mucha expectativa entre el público que reconoce el trabajo tanto del actor protagonista como del director y para aquellos que aún tienen dudas sobre si deberían asistir a verla, aquí te dejamos una lista de razones que podrían ser consideradas para darle una oportunidad:
1. No es sólo histórica
Uno de los mayores temores del público podría ser el de encontrarse con una película completamente histórica a modo de documental, que con duración de dos horas y media (157 minutos) podría ser insoportable, sin embargo la hazaña de los creadores fue indagar en el drama dentro de la vida personal de Napoleón Bonaparte: su romance con Josefina, su amante, su esposa, su emperatriz, quien define su vida tanto como cualquier encuentro bélico.
2. Ver más allá de la batalla
Según el productor de la película, Kevin J. Walsh, el director se tomó ciertas licencias poéticas que ayudan a dar fuerza a cada uno de los relatos, sin embargo todas las batallas de las que se tiene conocimiento que Bonaparte lideró se exponen en el camino del personaje. Sin embargo aquí vemos como, desde adentro de las carpas donde se instalaba con su ejército, el famoso emperador tomaba decisiones y hasta sus comportamientos en la intimidad.
“Ridley se permite cierta licencia poética, pero el trasfondo es verídico”, dice Walsh. “Investigamos mucho al lado de los historiadores y de nuestros escritores, gente que supo profundizar lo suficiente como para conferir autenticidad a esta producción”, agrega el productor.
3. De la mano de Bonaparte
La faceta personal del militar no siempre fue revelada, sin embargo hubo unas cartas que él le enviaba a su amada Josefina, que, según la película fueron robadas por el mozo de ella y vendidas al mejor postor. Esas cartas son leídas durante la cinta y dejan evidencia de la parte humana que había detrás de Napoleón así como de su visión sobre las batallas y los enemigos con los que se enfrentaba.
Phoenix reconoció que no sabía mucho acerca de Napoleón antes de sumarse al proyecto, por lo que muchas de las facetas del personaje le provocaron asombro. “Descubrí a una persona inimaginablemente compleja, sobre todo en lo tocante a la dinámica que establece con Josefina. Me pareció misterioso, y ese misterio es interesante y digno de exploración”, señaló el actor.
4. La actuación de Vanessa Kirby
Para hacer un balance a la tenacidad de Phoenix, la elegida fue la actriz británica Vanessa Kirby, quien da vida a Josefina, la famosa primera esposa de Napoleón, quien en la película se enfrenta a una sociedad machista con la que ella no comparte ideas. Se separó de Napoleón después de que no pudo darle un heredero, pero durante cada una de las escenas desde su aparición deja ver la dignidad y valentía con la que una emperatriz de 1804 hacía frente a las normas.
“Vanessa interpretó el papel con sensualidad y confianza, pero lo mejor de ella es su humor. Tiene un gran sentido del humor y un sentido natural e intuitivo del momento más oportuno, y esto la diferenció y la convirtió en una contraparte llamativa e interesante para Joaquin”, destaca Scott.
“Me encerré y leí todo lo que pude acerca de estos dos personajes. Fuimos a París, al Museo de Napoleón, al palacete conocido como Malmaison. Visité la tumba de Josefina. Me atiborre de información acerca de esa historia y ese periodo, fue un verdadero privilegio poder aprender algo acerca de esta mujer”, contó Kirby.
5. Retrata la época
Si estás interesado en saber más acerca de la época de 1700 a 1800, esta es una buena oportunidad para explorar en las costumbres tanto bélicas como sociales. Desde la guillotina, las leyes, los golpes de estado y poderes que se sostenían en la política. Además de la recreación de cada una de las batallas más famosas de Napoleón, como Waterloo, Austerlitz y Tolón, para lo que recurrieron a un consejero militar, Paul Biddiss. “Establecimos un campo de entrenamiento básico para nuestra infantería y nuestra artillería”, detalla Biddiss.