Ceguera selectiva

Maestra Katya Morales Prado, presidenta del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción en Guanajuato

Hay un problema serio en la administración de los recursos por parte del gobierno, es común que las obras se presupuesten por un precio y finalmente terminen costando mucho más, ejemplos claros son el tren maya y la refinería de dos bocas que excedieron el monto original en más de tres veces.

Si construyes tu casa y el arquitecto te dice que el presupuesto que te presentó originalmente se tuvo que triplicar estoy segura de que te pondrías furioso, le exigirías una explicación peso por peso y probablemente terminarían en una demanda en la que le exigirías cumplir el contrato y apegarse a los costos originalmente presentados.

Es más, seguramente ni siquiera llegarías a ese punto porque lo más probable es que lo hubieras estado revisando cada semana y al ver que las cuentas no cuadraban habrías levantado la mano mucho antes de llegar a la catástrofe de triplicar el presupuesto.

En el caso de las compras públicas, la vigilancia es muy débil, la forma en que se ejerce el gasto del Estado mexicano nos pasa de lado sin que realmente nadie revise de manera puntual. Ahí están las contralorías que técnicamente deberían hacer ese tipo de revisiones, pero están tan capturadas que de manera interna es poco lo que pueden hacer.

Si revisamos con lupa como se gasta nuestro dinero, es necesario que también revisemos el gasto del Estado, debemos recordar que el Gobierno no tiene dinero propio, sino que administra el nuestro que le confiamos para que nos proporcione los servicios necesarios para la vida en comunidad.

Los ciudadanos de manera organizada deberíamos estar vigilando y exigiendo cuentas, sin embargo, lo que hacemos es discutir entre nosotros en defensa o ataque de los diferentes partidos políticos, tenemos un país profundamente dividido en dos y la costumbre ya es que un bando ataca todo lo que haga el gobierno federal y el otro grupo lo alaba.

Es como un partido de futbol americano, va la ofensiva, va la defensa, los ciudadanos reaccionamos en forma automática a las noticias, mecánicamente, sin hacer mayor análisis de las cosas, sin revisar las cuentas, defendemos y atacamos ciegamente. El gobierno se ha encargado de que discutamos entre los nosotros, para asegurar que no le reclamemos todos juntos.

El dinero que se gastan es tuyo, tú lo aportaste, todos pagamos impuestos, en todo momento, cuando cobramos, cuando gastamos, no hay nadie que no contribuya para el gasto público, cuando pierdes la objetividad y defiendes que todo está bien, porque lo hizo el político que te cae bien, estás actuando en tu contra, le estas ayudando a la corrupción a desviar los recursos.

Cuando validas que las cosas cuesten realmente mucho más de lo que se había presupuestado y lo defiendes estás siendo cómplice de la corrupción.

Debemos defender la transparencia, la rendición de cuentas, la correcta aplicación del gasto público, que se compren y contraten cosas necesarias, a proveedores reales y capaces, se paguen en precio justo, se entreguen a tiempo y sean de buena calidad. Ahí debemos poner nuestros esfuerzos.

No en defender a uno u otro partido, cuando defiendes un gobierno por amor, por sistema, por disciplina, por odio o miedo al otro partido y atacas a México.

No olvidemos que la tentación de excederse desde el poder está siempre presente, los ciudadanos debemos vigilar y dejar de lado la ceguera selectiva de no ver lo que hace el político de nuestra preferencia y con nuestra validación aplaudirle o festejarle que nos robe a todos.

Mtra. Katya Morales Prado
Abogada egresada de la Universidad Iberoamericana León. Maestra en Derecho Corporativo, por la Universidad Latinoamericana. Maestra en Derecho Constitucional y Amparo, por la Universidad Iberoamericana León, con un Máster en Políticas Anticorrupción Iberoamericanas por la Universidad de Salamanca, España, cursando actualmente Doctorado en Derecho.