Agencias, 11 de diciembre de 2025.- El Consejo concluyó que, de no actuar con rapidez, la recuperación podría tardar al menos cinco años, debido a la necesidad de construir infraestructura, estabilizar hatos y reabrir los mercados perdidos.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) advirtió que la inseguridad en las zonas rurales está incrementando directamente el precio de los alimentos en México.
La evolución de los grupos de extorsión, el dominio territorial en áreas productivas, y el aumento de riesgos en la logística han provocado que los productos agrícolas que llegan al consumidor final sean entre 10 y 20 por ciento más caros.
“Depende del tipo de cultivo, pero los granos y otros alimentos ya llegan al consumidor mexicano con aumentos de entre el 10 y el 20 por ciento”, señaló Jorge Esteve Recolons, presidente del CNA.
Detalló que en varias regiones agrícolas, los pagos al crimen organizado se han vuelto parte habitual de la cadena de producción, desde el riego hasta el transporte.
¿Cómo afecta el crimen organizado a los precios de los productos?
En los distritos de riego, explicó, “ya te cobran las cuotas del crimen organizado junto con el cobro del agua”. En el transporte sucede algo similar: las tarifas para pasar por ciertos tramos ya incluyen pagos ilegales.
“Hasta en talleres mecánicos, en cada sector, el crimen organizado busca participar para obtener ingresos”, añadió.
El precio de la canasta básica aumentó en septiembre, especialmente la cebolla
La actividad de grupos criminales ha provocado que muchos jóvenes productores abandonen las tierras agrícolas.
“Los jóvenes están dejando el campo y esto genera un encarecimiento adicional de los alimentos para los mexicanos”, apuntó Esteve.
A esto se suman problemas como la sequía, el aumento en el costo de los créditos, la desaparición de programas de protección de precios y la caída en la producción de granos por falta de apoyos.
Según el CNA, actualmente el 20 por ciento del campo mexicano ya no se cultiva, lo que presionará aún más los precios para los consumidores en los próximos meses.
La inseguridad también está afectando cultivos valiosos como jitomate, berries, aguacate y cítricos. En regiones como Michoacán, donde se encuentran zonas agrícolas importantes, los productores enfrentan cada vez más dificultades para transportar sus productos y trabajar normalmente.
Pérdidas millonarias por el gusano barrenador
La expansión del gusano barrenador se considera una de las peores crisis sanitarias para la ganadería mexicana en décadas, con pérdidas que superan los 2 mil millones de dólares, según el CNA.
“Antes se exportaban más de tres mil cabezas diarias a Estados Unidos… ahora son más de 2 mil millones de dólares que ya no se están generando por exportaciones”, explicó Jorge Esteve, presidente del organismo.
A pesar de que ya pasó más de un año desde que se detectó la plaga, México aún no logra poner en marcha la planta para producir moscas estériles, herramienta esencial para detener el avance del gusano.
“Sabíamos que esto podía pasar y hoy, más de un año después, seguimos sin una planta operando. Como región, fallamos”, reconoció.
Estados Unidos ya está construyendo su propia planta, pero cerrar la frontera no detendrá del todo el problema, pues animales silvestres pueden cruzar y llevar la plaga hacia el norte.
“No creo que cerrar la frontera sea suficiente. Si un venado, un coyote o una ardilla cruzan, pueden llevar la plaga consigo”, explicó.
El CNA advierte que la crisis del gusano barrenador es solo una muestra del deterioro en la sanidad agrícola. “Prevenir cuesta 1, corregir cuesta 10 y un desastre cuesta 100”, resumió Esteve.
La falta de inversión en investigación, modernización y en SENASICA, así como la eliminación de seguros y programas estratégicos, ha limitado la respuesta del país. “La sanidad del campo es como la salud: no valoras su importancia hasta que la pierdes. Y ahora estamos en ese punto”, sentenció.
El Consejo concluyó que si no se actúa pronto, la recuperación podría tomar al menos cinco años, pues se requiere construir infraestructura, estabilizar el ganado y reabrir mercados perdidos.







