Calaveras literarias por León

Juancarlos Porras y Manrique
Juancarlos Porras y Manrique, analista, promotor cultural y columnista Platino.

Barrio de San Juan de Dios

¡Estación León! ¡Estación León!
―gritó el pregonero―.
¡Lechugas, jícamas, limón!
―reiteró muy sincero―.

Por el Barrio de Abajo
ya piden calavera
y suena el badajo
que llama a la espera,

llegarán del panteón
las almas benditas
a pedir buen turrón
a las seños maicitas.

El catrín ya los espera
con atole de púzcua,
cempasúchil a la vera
les enamora la cuzca

con aquel gran polumo
salido del Carro Verde
los embriaga a lo sumo
solo cuando este muerde.

Por la plaza de las Vigas
cruzan las sin razones
y un caldo de migas
abre bien los corazones.

Rumbo a San Nicolás
ya preparan el fiambre
y en Salsipuedes verás
que no contienen el hambre.

Los gallos están dormidos
alientan el negro manto
y los vivos bien dolidos
contienen el triste llanto.

Servido el pan de muerto
en mi barrio tan querido,
chocolate pal entuerto
¡Día de Muertos, bienvenido!

La Muertita llegando a León

“…y no lejos del robledal
desde Los Castillos miro
dichas torres de Catedral
que me sacan un suspiro.

Con guadaña desde Lagos
saboreando un buen fiambre,
¡espero no haya vagos,
acumulando corambre!

Ya voy llegando a León
por la vereda de antaño
necesito ir al panteón
a revisar este hogaño.

Iré al Barrio de la Canal,
al centro y al De Abajo,
pasaré luego al Panal
a revisar el cascajo;

tal vez encuentre ‘huesito’
que ayude a la ocasión
en verdad lo necesito:
¡alfeñiques mi gran pasión!”.

Así cantó la Muertita
en el carro de sonido:
“me asomaré, quien quita,
a ver al campeón fornido,

¡bien aguzado el Catrín!
por Las Ánimas querido,
bien ponderado Agustín
voy por ti mi escogido”.