Caja Negra/ 20.09.2020

Martín Diego Rodríguez, columnista Platino
Martín Diego Rodríguez, columnista Platino

“Es que ya no hay mentira. Ya me he vuelto verdadero, ¿Entiendes? Ahora siento como si fuera otro” (Cesar Rubio en El Gesticulador de Rodolfo Usigli)

Aquellos que opinen que al presidente Andrés Manuel  López Obrador se le terminó la magia, bailan con su sombra en la pared. Su narrativa aún está sólida cuando de ir contra la corrupción, los privilegios y el pasado se trata.

El presidente, se ha convertido en el activo más sólido del lopezobradorismo que ya se perfila a ir, más que a su primera elección constitucional, al refrendo de su primer trienio de gobierno que ha pasado por la violencia y la pandemia.

Sin embargo, esa magia que pone cada que llegan los procesos electorales, se mantiene vívida y es el verdadero escenario que le gusta al presidente: el proceso electoral constante y, si viene aderezado de intensidad, es mejor.

Sin embargo, Morena, el movimiento que fundó López Obrador y que pocos años después ganó s primera elección presidencial, vive sus propios conflictos, tantos que podrían convertirse en el lastre que frene al buque donde viaja el proyecto presidencial.

No es lo mismo grillar que gobernar y, en Morena aprendieron bien a vivir más de la grilla que del establecimiento y la formulación de las políticas públicas. De hecho, en estados como Guanajuato, pareciera ser que en Morena el enemigo a vencer está dentro de Morena y no tendrán conmiseración.

Las pugnas por la dirigencia estatal que un día sí y el otro también evidencian las dos dirigencias que, de manera paradójica salieron de la misma cantera, dejan descobijado el proceso electoral que ya se encuentra en marcha.

¿Quién habrá de ser el ganador en este río revuelto? Por lo pronto es evidente que no son todos los que están ni será uno de los que dicen que son.

Ahí vendrá la primera señal que envíe López Obrador y que habrá de allanar el camino para el fortalecimiento de su proyecto aunque, primero tendrá que pasar la aduana de la consulta popular sobre su permanencia o no.

Con esa señal, el presidente mismo se habrá de convertir en el primer elector e irá por sus fueros en el ecosistema que más le encanta: el proceso electoral.

El próximo 26 de septiembre llegará a Guanajuato el diputado federal Mario Delgado quien ha agrupado a los liderazgos más importantes del morenismo en Guanajuato y, en caso de ganar, será quien empuje desde esa corriente al próximo candidato. Esta vez no será una ocurrencia ni saldrá del espectro del autoelogio o quien reclame derecho de sangre.

TURISMO… ¿EL NUEVO TALÓN DE ESTE GOBIERNO?

Con la  salida de Teresita Matamoros se esperaba un cambio en el sector turismo que, sin embargo, ha quedado solo en el cambio de imagen. No se ha logrado consolidar a Guanajuato aún como un destino de viaje seguro para los visitantes.

Así que Juan José Álvarez Brunel, el ingeniero bioquímico en ciencias marinas originario de San Miguel de Alende, habrá de fortalecer a su equipo ahora que Miguel Augusto Gutiérrez Hernández, ha dejado el cargo como subsecretario de Promoción Turística.

Sin embargo,  a los empresarios hoteleros no les quedaron ganas en promover a alguien más después del desaguisado que les provocó haber propuesto a Teresita Matamoros como secretaria de Turismo.

Así que sin decirlo, pero con muchos ánimos, han llevado el nombre de Gloria Magali Cano para proponerla como parte del equipo de Álvarez Brunel.

Puede que sean escuchados, finalmente, el sector leonés del turismo es uno de los más furetes y sólidos del estado.