El problema de la corrupción genera una gran desconfianza por parte de la Ciudadanía en las autoridades, nulidad de credibilidad de las instituciones, violación de procesos legales tanto por los gobernantes como por los gobernados.
Al día de hoy la ciudadanía tiene la seguridad de que el pueblo y el gobierno son dos entes contrarios en intereses finales. Todas estas condiciones conducen a un debilitamiento del Estado.
Los ciudadanos no creen en los gobiernos, no hay interés en participar en la toma de decisiones y en dar seguimiento activo al desempeño del gobierno.
En el modelo actual de ciudadanía que tenemos nos enfrentamos a una gran masa de personas que consideran que su único momento de involucrarse con la democracia es al emitir un voto en las urnas, alejándose después de los procesos de gobierno y otro pequeño grupo de personas que se encuentran hartas de los hechos de corrupción, que se han enfrentado sin mayor éxito a un gobierno opaco y defensivo cuyos fracasos en las acciones de combate los han llevado a determinar cómo sentencia fatal que “Todo gobierno es corrupto y que toda las acciones gubernamentales son llevadas con fines ocultos” Ambas posturas son equivocadas, tanto aquellos que se encuentran totalmente ajenos, desvinculados del actuar de las autoridades, como los totalmente combatientes que en todo acto ven dolo, ninguno de los dos contribuye al bienestar social, es necesario crear y mantener una ciudadanía crítica participativa y un gobierno verdaderamente abierto y receptivo.
Se han empezado a ensayar una serie de mecanismos y actividades que promuevan la participación ciudadana, no obstante, los obstáculos e impedimentos ante los que se han enfrentado estos proyectos incipientes son muchos y fuertes.
La figura de “Cabilderos” es una buena propuesta para acercar a los ciudadanos a los procesos legislativos, sin embargo, es poco conocida. La organización social “Unidos Mx” conformada por jóvenes interesados en la participación ciudadana se está dando a la tarea de capacitar a la ciudadanía para que conozca lo que hacen los cabilderos para que la mayor cantidad de personas se interese en participar de esa forma, sabiendo que no es tan difícil y que acercar a los ciudadanos a los diputados es una forma idónea de fortalecer el sistema de pesos y contrapesos indispensable en el Estado de Derecho.
Es imperativo tomar decisiones tajantes como sociedad para lograr un verdadero Gobierno Abierto que esté dispuesto a transparentar sus procesos a los ciudadanos y presente mecanismos operantes para escuchar las opiniones de los gobernados.
Debemos hacer propios los espacios que se han abierto y hacerlos operativos y funcionales. La figura del cabildero es una de estas propuestas que yo invito a reforzar, si tienes alguna inquietud clara sobre las iniciativas en el Congreso del Estado acércate a cualquier ciudadano cabildero y lleva a través de él tu voz al congreso.
Si usamos a los cabilderos de manera recurrente podremos lograr una presencia ciudadana con incidencia real en el congreso.
