Agencias, a 1 de septiembre de 2023.- En 1995, México atravesó una etapa de crisis financiera en la que los bancos otorgaban créditos a las personas sin evaluar adecuadamente su capacidad de endeudamiento o su historial crediticio. En ese contexto, la bonanza económica permitía a las personas cumplir con sus pagos, pero cuando sobrevino una crisis económica, muchas personas no pudieron seguir pagando sus deudas, ya que sus ingresos se vieron afectados. Como resultado, se reveló que algunas personas tenían créditos que superaban ampliamente sus ingresos.
En respuesta a esta situación, el gobierno y las instituciones financieras introdujeron un modelo que ya existía en otros lugares del mundo, como Estados Unidos, y que se conoce como Sociedades de Información Crediticia. Este modelo se encarga de recopilar y gestionar información financiera de los individuos para crear un historial crediticio. Por ejemplo, registra cómo las personas gestionan sus créditos, pagos de servicios como luz y agua, así como sus tarjetas de crédito. Este historial se actualiza mensualmente a medida que se realizan pagos y se utilizan los créditos.
En México, existen dos Sociedades de Información Crediticia que administran y custodian estos datos. Cuando un consumidor busca obtener un crédito y autoriza la consulta de su historial crediticio, las instituciones financieras se conectan con estas Sociedades para obtener una evaluación de la capacidad crediticia del solicitante. Esto incluye información sobre cómo ha pagado sus deudas, sus límites de crédito, entre otros factores, que determinan si se le otorga el crédito, en qué cantidad y bajo qué condiciones.
Es importante no tener créditos innecesarios. Algunas personas pueden tener múltiples tarjetas de crédito con saldos cercanos a cero porque no las utilizan. Esto puede plantear preguntas sobre si esas personas podrán pagar esas tarjetas cuando finalmente las utilicen. En lugar de acumular tarjetas de crédito, es recomendable tener una o dos y utilizarlas para hacer compras, aprovechando el período de gracia de 30 a 40 días sin intereses que ofrecen. Esto significa que durante ese tiempo, no se generarán intereses y se está siendo financiado sin costo adicional. Pagar el saldo total antes de la fecha de vencimiento es una práctica recomendada.
Al solicitar un crédito, no es aconsejable llenar múltiples solicitudes en diversas instituciones financieras, ya que cada solicitud genera una consulta en el historial crediticio. Llenar muchas solicitudes puede dar la impresión de que se necesita crédito con urgencia, lo que puede ser percibido como un riesgo. En cambio, es recomendable utilizar comparadores de créditos, como los proporcionados por la Condusef o el Banco de México, para investigar y seleccionar la opción de crédito que mejor se adapte a las necesidades sin realizar múltiples consultas en el historial crediticio.
Finalmente, una vez que se obtiene un crédito, es fundamental cumplir con los pagos a tiempo. Esto demuestra responsabilidad financiera y un buen manejo de las obligaciones. Aunque es comprensible que se pueda olvidar la fecha de pago ocasionalmente, es importante que esto no se convierta en un patrón. Mantener un historial crediticio saludable implica tener pocas consultas, utilizar responsablemente el crédito y cumplir con los pagos a tiempo. Pagar antes de la fecha límite demuestra un sólido control financiero y capacidad para gestionar las responsabilidades financieras.