Buenos deseos

Doctor Arturo Mora Alva, investigador, escritor, académico y columnista Platino News

“Todo lo que puedes imaginar es real”. Pablo Picasso-

“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado” Gabriel García Márquez

 

En las historias vida que en las que nos vamos involucrando, emerge el deseo del otro, deseos, sueños, anhelos que se mueve entre fantasía y la realidad misma. No dejamos de imaginar escenarios en donde todo es posible y en donde la ilusión supera la realidad en algunas ocasiones. Otras veces la realidad se impone y lo hace sin ninguna piedad, sin ninguna consideración y la vida nos plantea que no queda más que enfrentar los hechos, más allá de nuestros deseos y de nuestra voluntad.

Deseo de cambiar de trabajo, mudanzas forzadas, renuncias al empleo, despedidas inesperadas, denuncias de abusos, injusticias, procesos legales que se eternizan y revictimizan a quienes han sufrido un delito, desempleo, exceso de trabajo, explotación laboral, incomprensión de familiares, traiciones de amigos y compañeros, enojos y malos entendidos entre madres y padres con hijos e hijas,  malas noticias con relación a la salud, rupturas amorosas, quiebres de empresas, la búsqueda un desaparecido, la desidia y el silencio de autoridades ante violencias que se sufren bajo el amparo de la impunidad, la lista se hace infinita y se profundiza en tanto la naturaleza de la tragedia, del sufrimiento y el drama del dolor humano.

Creer y tener fe en la esperanza, desear y saber que las cosas de la vida se pueden ir ordenando, acomodando, ajustando, esto es, pensar y trabajar para que los sueños se puedan cumplir, pasa por desear con el corazón y con toda el alma, la voluntad y la inteligencia-, que la vida se exprese con una mínima certeza de que sea la felicidad, la tranquilidad, la paz, la serenidad, la amistad, la salud y el amor, que un “todo” que se expresa como recompensa y que se hace inefable e inexorable ante lo fortuita y lo azarosa que es la vida y que de una u otra manera, es “eso” se encuentra en la dicha y en la alegría por efímera sea.

Desear un bien a alguien, tener deseos bonitos para las personas que se les quiere, querer la felicidad y el bienestar para los seres que amamos, es esa forma sublime de expresar la solidaridad, la fraternidad, sororidad y el amor pese a lo trágico o doloroso que estemos pasando o viviendo.

Desear que las cosas vayan bien, pedir que mejore la salud, querer que la personas encuentren empleo, hallar a su familiar desaparecido, exigir justicia, desear que las personas amen y sean amadas es parte de un todo que nos hace imperfectamente humanos. Nos movemos entre el dolor y la dulzura, entre la tristeza y la compasión, entre desasosiego y la ternura.

Virginia Woolf escribió una especie de oda, en la que pone en primer plano a la persona, porque no solo son buenos deseos, sino también se requiere voluntad y amor propio:

′′Pase lo que pase, mantente viva. No mueras antes de estar muerta. No te pierdas a ti misma, no pierdas la esperanza, no pierdas la dirección. Mantente viva, contigo misma, con cada célula de tu cuerpo, con cada fibra de tu piel. Mantente viva, aprende, estudia, piensa, lee, construye, inventa, crea, habla, escribe, sueña, diseña. Mantente viva, mantente viva dentro de ti, mantente viva también fuera, llénate de colores del mundo, llénate con paz, llénate en esperanza. Mantente viva de alegría. Solo hay una cosa que no debes desperdiciar de la vida, y es la vida misma.”

 

Los buenos deseos se expresan, son sobre todo palabras con las se pueden nombrar las emociones y los sentimientos. Expresar los afectos es parte lo que nos hace humanos y no da la oportunidad saber estar con los otros. Massimo Recalcati, psicoanalista escribió;

“Las palabras están vivas, entran en el cuerpo, perforan el vientre: pueden ser piedras o pompas de jabón, hojas milagrosas. Pueden hacer que nos enamoremos o herirnos. Las palabras no son sólo medios para comunicar, las palabras no son sólo un vehículo de información… sino cuerpo, carne, vida, deseo. No utilizamos simplemente las palabras, sino que estamos hechos de palabras, vivimos y respiramos en las palabras…”

Hoy deseo lo mejor para las personas que lean estas palabras y los invitó a mantener viva la esperanza de que todo pasará y que será, todo lo que pasemos, por lo pronto, para sabernos vivos, ya que al final de cuentas es la vida misma la que vamos develando día a día, con la única certeza de lo inaudito y de lo maravillosa que es la existente pese a todo y que el mantenernos vivos es para poder ser con otros desde la palabra y desde el lenguaje que nos constituye y nos hace mejores personas aún desde el dolor y la pena. Buenos deseos.